sábado, 20 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap.9]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva

Capítulo 9: Elegir.

POV Deidara

Y me había dejado solo, tirado en esa maldita habitación con las piernas aun abiertas. Maldito Itachi. Me levanté en su busca. No estaba hecho para tener que aguantar este tipo de sentimientos estúpidos. ¿Ese encuentro sería la explosión de nuestra relación? Solo me interesaba saberlo aunque esto aun doliera más. Tome mi gabardina y me puse los pantalones. Habría fuegos artificiales en esa noche tan oscura. Intente guiarme hacía el chakra de Itachi.

End POV Deidara

-¡Voy a acabar contigo maldito!-

(Narra Itachi)

Grito ese chico encendido de rabia por la dejadez que demostraba hacía mi hermano. Corrió hacía mi y me apedreo a puñetazos que garcías a mis ojos podía esquivar, de una patada le hice chocar contra un árbol aunque volvió a levantarse para volverme atacar y así hasta que me canse e inclinándome le di un pañetazo en el estómago que le dejo sin aire.

-Ya vasta de esta mierda.-

Le jadeé cansado, agotado de todo ese lío. Solo quería saber si Sasuke estaba bien. Miraba apático a ese chico que se retorcía en el suelo.

-Levantate y ayudame a buscarlo.-

Ordene dejándolo tirado e intentando concentrarme para poder localizare.

-Maldito.- Dijo jadeando. -Tienes razón pero cuando le encuentre terminaremos con todo esto. Sasuke elegirá.-

Podía sentir su mirada en mi espalda. Le mire y asentí, aunque en verdad no quería saberlo, podían significar tantas cosas... aunque no entendía porque no sentía que eran buenas.

Caminando entre las zarzas y arbustos empece a notar su energía aunque era débil.

-Sasuke...-

Acelere el paso y apartando unas hojas pude verlo tirado en el suelo, lleno de suciedad y hojas secas que habrían caído de los arboles, parecía desmayado y revisándolo pude ver que su tobillo estaba hinchado.

Me arrodille, lo tome entre mis brazos y le abrace.

-¡Sasuke!-

Grito Naruto al ver que lo había encontrado.

-¿Cómo esta?-

Preguntó aun con el tono de voz alzado empujándome para poder verle.

-¡Sasuke!-

Se puso delante de mi para poder tomar su rostro para que reaccionara, realmente parecía preocupado.

-Esta helado, tenemos que llevárnoslo.-

Empezó a sacudirme. Realmente me molestaba su impaciencia y constante preocupación. Hasta sentía celos. Me levante intentando no romperle la cara y sacarlo de una vez por todas de mi camino pero a los pocos pasos me pare. Deidara estaba delante de mi y, una vez más, podía ver la locura en sus ojos.

-Aquí y ahora, no hay otra Itachi.-

Me dijo acercándose a nosotros empezando a formar con sus manos lo que serían unas bombas mortíferas.

-Deidara, tengo que llevar a mi hermano al hospital.-

-No. No me importa morir y lo sabes.-

Sonrió levemente aunque sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.

-Lo se Deidara, pero ahora tienes que dejarme pasar, no tengo tiempo para esto.-

-¿¡Qué está pasando aquí!?-

Siguió gritando Naruto interfiriendo, impacientándose por esa inesperada parada. Nos miró sorprendido. Parecía entender lo que pasaba con lo que se me acerco e intento quitarme a Sasuke de los brazos.

-Si tienes que arreglarlo o dejarlo con ese loco me llevare yo a Sasuke al hospital...-

Trate de detenerle pero no hizo falta Deidara tiro una bomba en las piernas del rubio haciendo que saltara por los aires. Yo había podido evitarlas.

-De aquí no se ira nadie.-

Aclaro mientras formaba nuevas bombas pájaro.

-¡Eso es lo que crees tu, estúpido!

Como una bala Naruto golpeo a Deidara haciendo que este cayera y derrapara varios metros por el suelo haciendo que alguna de sus bombas cayeran en la tierra y explotaran, no por la caída sino por la rabia de Deidara, pero Naruto no se paro allí sino que corrió hacía él y empezó a darle puñetazos en la cara.

-Sigue Itachi lleva a Sasuke al hospital.-

Dijo entre dientes mientra seguía golpeándolo, en cambió Deidara no se volvía. ¿Por qué no lo hacía? Estaba paralizado viendo esa escena. Los puños de Naruto ya estaban llenos de sangre.

-¡Vete ya!-

Pov Deidara

Rojo, todo era de color rojo. Los ojos de ese chico que me golpeaba sin cesar, la sangre que resbalaba por mi piel y también la rabia que sentía, el dolor. Itachi no hacía nada. Ya no era nada para él.

Entre la inconsciencia y la conciencia trabajaba lo que sería mi último y más gran boom. Una bomba lo suficientemente grande como para volarme a mi y al chico chillón. Ya podrás estar contento. Sin competencia y sin mi...

Ya no veía nada.

End Pov Deidara.


Pov Naurto

No podía parar, a pesar de ver llorar a ese imbécil no podía parar de golpearle. ¿Por que no quería que llevásemos a Sasuke al hospital? ¡Necesitaba atención médica! ¡Joder, es que no lo podía entender! E Itachi porque no le ayudaba. Le estaba dando una buena paliza. Le estaba destrozando la cara. ¿Ese tendría que quedarse con Sasuke? ¡Nunca! Nunca se lo dejaría ya que Sasuke era mio y le quería con todas mis putas fuerzas. ¿Y porque no se iba...?

Llore de rabia y pena. Sentía pena por Deidara.

End POV Naruto.

¿Qué estaba haciendo? Nada. Mentira. Estaba viendo como iban muriendo las dos personas que amaba y no hacía nada.

-Maldito Itachi. ¡Haz algo!-

Gritó con la voz rota del rubio. ¿Mis ojos me fallaban o su chakra estaba cambiando? Pero no era momento para preocuparme por eso. Tenía que llevar a Sasuke al hospital, le mire. Su piel más pálida que nunca hacía que el temor recorriera todo mi cuerpo. Tenía que irme y así lo hice, le llevé hasta allí. Me dijeron que solo tenía hipotermia, un golpe en la cabeza y una torcedura de tobillo. Una sonrisa de alivio se dibujo en mi rostro.
De repente los libros de la estantería cayeron y una gran explosión ilumino por un instante la ventana haciendo que mi corazón se parase en seco.

Deshice el camino corriendo hacía la estela de fuego.

Eres fuerte no has podido...


Continuará...

viernes, 19 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap 8]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.

Capítulo 8: Atando cabos deshaciendo lazos.

Observaba paralizado como se perdía entre los arboles en dirección al pueblo. Quería salir corriendo detrás de él para ,aunque fuera solo para confortarme, pedirle perdón, pero mis piernas no reaccionaban.
Quede tirado en las hojas secas de ese bosque de robles y encinas. La tierra absorbió las lagrimas que resbalaban por mis mejillas. Lloraba por impotencia. ¿Por qué no podía ser feliz sin que alguien sufriera?

Parecido al rugir de un oso fue mi grito, en esos momentos tenía que desahogarme de alguna manera si quería volver al pueblo.

Me levante llevándome conmigo la tierra y algunas hojas marrones que quedaron pegadas a mi ropa y pelo. Tenía miedo de mirar a mi alrededor, no quería encontrarme a un Naruto durmiendo en la calle, pero no fue así.
Termine mi recorrido sin toparme con nadie.

-¡Otouto! ¿Qué has hecho? Estas muy sucio.-

Dijo mientras me quitaba la suciedad de la ropa y de la cara.

-A parte de que estas helado...¿Quieres que nos bañemos juntos?-

-De acuerdo.-

Contesté sin prestarle mucha atención.


Me condujo hasta el baño. Este estaba totalmente hecho de madera brillante, parecía que llevaba un barnizado perfumado que impedía que el material se pudriera.

De la bañera salia vapor.

-Deja que te quite esta ropa tan sucia. Aun no me has dicho que has hecho para quedar así.-

Con delicadeza me quito la ropa pieza por pieza dejando besos en la piel que ya quedaba visible.

-Adoro el olor de tu piel. Sasuke.-

Puso su cara en mi cuello, aspirando el aroma de mi pelo y piel. Luego la lamió provocandome un leve gemido.

-Mmm Itachi... no...-

-No te oigo...-

Seguía con sus besos y caricias. Sabía tan bien en que parte del cuerpo tocarme. Busque sus labios. Sus caricias eran como una dulce droga que me hacía olvidar todos los problemas que rondaban por mi cabeza y me conducían a un mundo lleno de placer y calor. Se sentía tan agradable. Tenía tantas ganas de sentirme bien pero no podía dejar que mi hermano me llevara al paraíso si Naruto se quedaba en el infierno.

-Pa..ra.-

Intentaba deslizarme un poco mas lejos de él.

-Sigo sin poder oírte.-

Acaricio mi ingle.

-Ah...para.-

-¿Estás seguro...?-

-Si.-

Me aparte como pude pero Itachi me tiro dentro de la bañera, seguidamente entro él.

-Creo que durante este tiempo hemos crecido lo bastante como para seguir jugando al chico estrecho. ¿No crees?-

Soltó mientras se acercaba sinuosamente hacia mi, como si apartara el agua con las manos. Me había colocado en una de las esquinas de la bañera.

-Yo no estoy jugando a nada.-

-Pues a mi me parece que si y si te soy sincero no tengo ganas de jugar.-

Ya estaba delante mio.

Se agacho hasta llegar a mi altura, ya que yo me encontraba sentado en la bañera.

-¿No crees que nos merecemos poder estar juntos? No sabes como te deseo en estos momentos.-

Lamió mi cuello.

-¿Sabes? Haber renacido del fuego tiene algunas consecuencias. Una de ellas es que siempre me siento caliente.-

Dijo cogiendo mi mano para que le acariciara el pecho.

-¿Lo notas?

HacÍa que con mis dedos le rozara los pezones terriblemente endurecidos.

-Mm Sasuke...-

Gimió tirando la cabeza un poco hacia atrás.

No podía evitar que la excitación me envolviera.

Aun me hacÍa recorre todo su cuerpo con mi mano. Estaba más caliente que el agua y su piel era mas fina que la porcelana y con el agua era un contacto demasiado exquisito. Ya no había marcha atrás.

-Itachi...-

Me tire encima suyo besando toda la piel que encontraba al paso.

-Así me gusta, hermanito.-

Me sentó en sus piernas. Nuestra erecciones se rozaban. Las lenguas se enroscaban entre ellas.

-Aggg, no puedo mas otouto... tengo que...-

Me alzo sin ninguna dificultad, haciendo que me estremeciera para luego acabar conectandonos de una sola estocada.

-Aaaahh.-

Grite de placer y dolor. Nos saciamos el uno del otro durante horas.

Cuando terminamos a pesar de nuestros ardientes cuerpos el agua ya estaba fría. Me encontraba abrazado a él como en esos días en que eramos amantes secretos.

-Tenemos que salir del agua, te podrías resfriar.-

-Mnn...-

Estaba demasiado relajado para importarme eso.

Me cogió en brazos y me llevo encima de unas toballas. Me seco el cuerpo y luego me vistió con una especie de pijama para luego llevarme ya dormido a la cama.

“Te quiero otouto”. Pude escuchar que decía antes de irse.

**

Un portazo me despertó.

-¡Ya he llegado!-

Parecía la voz de esa chico que hacia bombas.

-¡Shh! Callate hay gente que esta durmiendo.-

-Vosotros hacíais un montón de ruido cuando estabais en la bañera y me despertasteis...-

-Vas completamente borracho.-

-Algo tengo que hacer para poder encajar esto...Itachi...-

-No, dejame! Ahh...-

¿Le estaba haciendo daño? Me levante de la cama y fui corriendo hacia la salón donde estaban. Tendría que haber llamado a la puerta antes de entrar. Cuando la abrí me encontré a Deidara entre las piernas de Itachi. Nunca antes había visto una expresión similar en la cara de mi hermano.

-Sa...-

-Con que era por esto.-

Con lágrimas en los ojos y los pies descalzos salí corriendo de la casa.

POV Itachi

-¡Sasuke!-

Grite cuando había salido por la puerta.

-Quieto. Si te mueves te juro que haré explotar todas estas bombas que hay alrededor nuestro.

La habitación esta llena de pájaros bomba.

-Estas loco...-

-Lo se...pero no me dirás que no te gusta este riesgo.-

Siguió succionandomela cada vez mas rápido.

End POV Itachi


Acabe otra vez fuera del pueblo. Me había torcido el tobillo, tropecé con una raíz, entre lágrimas y oscuridad era imposible poder distinguir nada.

Hacía frío y podía sentir como este traspasaba mi ropa haciendo que mi piel se erizara pero esa sensación de debilidad no era nada comparado con lo que estaba sintiendo en mi interior. Itachi había encontrado otra persona que parecía que lo complacía mas, su cara era de puro placer.
Sus palabras me habían confundido, creía que yo era el único pero su amor no era tan fuerte como el mio, no, mentira, yo también había encontrado otra persona. En realidad no nos amábamos tanto como creía.

POV Itachi

Deidara era tan sexy, su sedoso pelo rubio y largo hasta la terminación de su espalda, el cual siempre me conducía hasta su trasero, siempre dispuesto a ser poseído por mis manos. No podía resistirme ante su mirada suplicante.

Después de terminar en su boca lo poseí en ese mismo sofá.

Él fue quien me salvo y quien gracias a las suplicas que hizo me retorno a la vida. Me ofreció un lugar donde vivir y su amistad.

No paso mucho tiempo cuando me di cuenta de que sentía algo especial por él a pesar que al mismo tiempo extrañaba dolorosamente a Sasuke. Sabía que nunca lo olvidaría pero también que no podía quedarme atrapado ante su recuerdo. Así que me lance literalmente hacía su persona, recuerdo que los rayos anaranjados de la luz del sol en su crepúsculo hacían ver su pelo mas bonito. Estábamos sentados, allí donde hace su arte, mirando el sol esconderse tras las polvorosas montañas. Lo bese y suavemente él me correspondió. Allí empezó todo. Un amor diferente, pero no menos fuerte, al que sentía por mi hermano estaba creciendo dentro de mi.

En esos momentos me encontraba con Deidara entre mis brazos ya dormido. Acariciaba su pelo. Deseaba no moverme, poder notar su cálido cuerpo encima del mio pero dentro de esa fría noche se estaba mi hermano que seguramente en esos momentos me odiaba. No quería renunciar a ninguno de los dos pero mi deseo era imposible de cumplirse, era demasiado egoísta hacia Sasuke y Deidara. Bese su pelo e intente levantarme sin despertarle tapandolo un poco con la propia ropa que se había quitado.

Ante todo Sasuke era mi hermano.

-No podre aguantar ver otra vez como besas a ese criajo...

-Dijo una voz medio dormida detrás de mi. Deidara se había despertado.

Me acerque a él y lo abrace.

-Creí que no te importaba tanto.-

-Y yo también lo creía, pero ardo en celos solo al ver como lo miras.-

Una lagrima cayo por su mejilla la cual recogí entre mis labios.

-Por favor quedate aquí, no vayas.-

Nunca antes había visto esa faceta tan encantadora y tierna de Deidara. Lo bese.

-Ante todo es mi hermano. Esperame aquí.-

Y así, después de coger un abrigo para mi hermano salí de la casa en su busca.


Gracias a mis nuevos ojos no era un problema para mi la oscuridad. Podía desplazarme sin ningún problema.

Entre unos arbustos me pareció ver unos extraños movimientos.

Me acerque a ellos sin pensármelo mucho.

Durmiendo, pelado de frío se encontraba el acompañante de mi hermano.

Parecía dormir plácidamente hasta que abrió los ojos rápidamente a la vez que hecho un grito.


-Creí que eras un animal.-

Un poco mas tranquilo intento volver a dormirse.

-Vaya sitio mas raro para dormir habiéndote dejado mi casa.-


No contestó.


-¿Y tu que haces aquí teniendo a Sasuke en casa?-

Me preguntó cuando ya estaba a unos metros de él.

-Se ha ido y no se donde esta.-

-¿Qué?-

Se levanto rajándose la ropa por los matorrales.

-Que se ha ido y ahora lo estoy buscando.-

-¿Cómo has permitido que pase eso? -

Parecía enfadado. Se acerca rápidamente a mi y zarandea mi ropa.

-No es de tu incumbencia. Si tanto te preocupa ayudame a buscarlo.-

-¡No, hasta que me digas que le has hecho!-

Por un momento me pareció ver como sus ojos cambiaban de color.

-Me pillo con Deidara.-

-¡Seras hijo de puta! ¿¡Cómo te atreves a hacerle esto!?-

Volvió a gritar dirigiéndome un puñetazo en la cara que logré esquivar.

-No hace falta que te canses. No conseguirás golpearme.-

-Yo creí que querías a Sasuke.-

¿Parecía decepcionado?

- No puedo renunciar a él si la persona que representa que le quiere se tira a otros.-

-Creo que esto lo debe decidir Sasuke, no tu.-

-No pienso rendirme ante tal asqueroso como tu.-

-Ten cuidado con tu lengua si no quieres en verdad salir lastimado. -

Estaba vez lo cogí yo de su sucia ropa.

Estaba empezando a cabrearme porque en verdad yo quería a Sasuke y me estaba tratando como un miserable que se aprovechaba de él.

No tranquilizó su mirada si un poco ante mi amenaza, al contrario parecía mas enfadado. En verdad tenia agallas. Lo deje.

-Busquémoslo.-

No dudo ningún momento en empezar a gritar su nombre. Realmente parecía enamorado de mi hermano. Sentí un poco de celos ante tal empeño en encontrarlo. En cambio yo no parecía mostrarle ni la mitad de interés. Mi orgullo era demasiado importante para mi como para mancillarlo empezando a gritar el nombre de otra persona para que todo el mundo lo oyera.

¿Podría ser ese chico adecuando para mi hermano? Parecía ser revoltoso, también ser un poco estaño pero parecía buena persona a parte de que poseía un encanto difícil de entender. Como una extraña atracción. Lo observaba mientras gritaba a los cuatro vientos el nombre de Sasuke. Pero al cabo de un rato paro.

-Puede que si lo llamaras tu saliera.-

Dijo con un tono de voz extraño y desanimado pero a la vez impaciente.

-No puedo hacer eso yo.-

-¿Pero qué dices? ¿A caso no quieres que aparezca?-

-Tengo una reputación que mantener.-

-Pff. -Bufó- En verdad no creo que quieras a tu hermano.

-Dijo creído y otra vez decepcionado.

Le di un puñetazo en la cara. Escupió.

-¿A caso te duele la verdad? -

Dijo con una sonrisa en la cara, vacilante

-No tienes ni puta idea de lo que siento por Sasuke, imbécil. -

Dije agarrándole por el pelo y volviéndolo a golpear. Entonces él se volvió y me dio una patada.

En ese momento empezamos a golpearnos encendidos por la rabia. Luchando por la persona que queríamos, porque realmente lo hacíamos por él.


Continuará.

Que raro que me salio Itachi aqui..

jueves, 18 de agosto de 2011

2. Es tan extraño cuando...

...me doy cuenta de que te estoy perdiendo sin antes haberte encontrado.


Verte y no verte a la vez. Sentir como vas tomado de la mano de otro y este te va empujandocada vez más y más lejos de mi. Perder esas caricias que nunca he sentido.

Llorar por el muñeco que nucna he tenido pero siempre he querido.Sentado en ese brillante y tentador aparador.

Me gustaría poder perderme de nuevo en tus ojos y realmente ahogarme en ellos. Quiero quedarme en el fondo de tu ser y que nunca puedas sacarme de alli, ni tu ni nadie. Que ninguna mano agena me pueda sacar del reflejo que algun dia se quedo plasmdo en tus ojos atraves del cristal del aparador donde tu estabas sentando mirandolo todo y nada a la vez.

¿Sera mejor que me levante del pupitre de donde estoy sentado y te diga hola, no?



Menuda paranoia, pero en fin, me gusta.

En nombre de Dios. [Cap 7.]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.


Capítulo 7: El inesperado rojo.


Habíamos parado para comer un poco antes de caminar los últimos kilómetros para llegar al pueblo.

La posadera nos dio una bolsa con un poco pan, embutido y unas piezas de fruta. Al parecer Naruto le había caído muy bien , siendo él como era me parecía normal, era esa clase de personas con la cual solo con mirarla te hacia sentir mejor. Era imposible estar enfadado con él y por eso a pesar de tener la razón me sentía un poco culpable. ¿Podía ser que estuviera yendo demasiado despacio? Había hecho tanto por mi y yo solo se lo pagaba con evasivas y respuestas frías.

¿Y mi orgullo, dónde había ido a parar? Los brillantes ojos de Naruto lo había absorbido todo. Se había hundido en ese azul que me volvía una persona completamente distinta a la que era, y no quería que pasara eso, tampoco podía dejar que me hechizara de esa manera.

Quería volver a ser yo mismo.

Si Naruto no se disculpaba, no seria yo el que lo hiciera.

Cosas así de simples para mi significaban mucho pero el tiempo pasaba y Naruto no hacia nada.

¿En verdad me quería?

Mi bajo autoestima me estaba empezando a hacer dudar. Me hacía dudar de tantas cosas, “Los Uchiha somos fuertes y orgullosos.” Decía mi padre. Yo no me consideraba ni fuerte, ni orgulloso. Ya no podía ser un Uchiha, tampoco lo quería mi padre, me había desheredado.

Los constantes suspiros empiezan a ser molestos.

-¿Te ocurre algo?-

Pregunto Naruto.

-No, nada. ¡Eh, señor¡, ¿falta mucho?-

Dije gritando al frente para que me oyera.

-No, casi hemos llegado, esta detrás de esa colina.-

De repente me puse nervioso. Habíamos hablado de ese lugar, pero nadie me había contado nunca en verdad como era, que tipo de gente encontraríamos y que cosas se acostumbraban hacer allí. Me daba la sensación de que tenía que ser un lugar muy distinto a los demás.

Ya era de noche pero unas largas antorchas iluminaban el camino, y al final de este camino se encontraba el pueblo, por ahora solo podía diferenciar la gran muralla de troncos de madera que la rodeaba. Naruto estaba nervioso y emocionado, daba brincos de alegría. ¿Por que no lo celebraba conmigo?

Aun nos faltaban unos metros para llegar a ese extraño lugar pero la gran puerta que nos separaba de los dos mundos empezaba a abrirse emitiendo un tétrico chirrido que hizo que mi piel se erizara. En la entrada dos siluetas nos esperaban. No podía apartar la mirada de esas, había algo en ellas que me atraía pero que a la vez me aterraba, a medida que nos acercavamos podíamos distinguir algunos rasgos de esas dos personas, lo que me atrajo mas fue la luz roja del reflejo de las antorchas en los ojos de uno de los chicos, no sabia si ese color sangre era a causa del fuego o de los mismos óvalos. Parecía que solo me mirasen a mi. Decidí apartar la mirada y acabar de avanzar mirando al terroso suelo.

-No puede ser.-

Dijo Naruto.

A causa de esas palabras levante la vista.

-Itachi.-

Conseguí decir con un hilo de voz acompañado de unas primeras lagrimas. Me sobresalte. Perdí el conocimiento.

Un sueño. Pensé aun con los ojos cerrados, lo que he visto ha sido un sueño a causa del cansancio que aun llevo conmigo. Alguien me estaba cogiendo de la mano, la suya era muy suave y cálida, era una sensación muy agradable. Lentamente abrí los ojos.

-Na...ruto.-

Se encontraba con la cabeza recostada en la cama, sentado en el suelo, parecía dormido.

-Mnhh...-

Musito mientras levantaba la cabeza de esa posición tan incomoda.

-¡Sasuke! Que bien que te hayas despertado, me asustaste.-

Dijo acariciándome la mejilla.

-Lo siento, creo que me canse demasiado.-

-Lo importante es que ya te encuentras despierto, aunque aun haces mala cara. Estas muy pálido. Espera.-Dijo levantándose- Voy a ir a buscar algo de comida.

Se fue corriendo, saliendo de esa pequeña habitación. Mire por la ventana la cual estaba muy cerca de la cama y podía ver perfectamente el exterior. Fuera de esa casa se encontraba un paisaje hermoso, se veían otras casas, y arboles muy verdes duchados por una brillante luz solar.
Llamaron a la puerta. Naruto había ido muy deprisa.

-Gra...-

La voz dejo de salir, una imagen demasiado traumatica y hermosa me la arrebato. Un hombre muy conocido para mi portador de unos atrayentes ojos escarlata se encontraba plantado enfrente mio, regalándome la sonrisa mas perfecta que había visto nunca.

-Hermano...

-Rompí a llorar en sus brazos.

Me apretaba fuertemente contra él, a pesar de que no paraba de sollozar y me ahogaba intentaba respirar y volver a recordar ese aroma que tanto amaba.

Lo mire a los ojos aun con lagrimas, en esos momentos era tan feliz. Itachi estaba junto a mi otra vez. Con sus labios bebió mas lagrimas.

-No quiero que llores mas por mi.-

Con esa dulzura olvidada beso mis ojos, mi frente, mis mejillas y mis labios. Sentimientos y sensaciones muertas resurgían de sus cenizas como el ave fénix.

-Echaba tanto de menos ese carmesí de tus mejillas.-

-Itachi...-

Volvió a besarme, y como en la primera vez, lamió curiosamente mis labios pidiendo permiso para entrar su lengua en mi cabidad para luego explorarla tímidamente al principio y seguidamente chocar fogosamente con mi lengua. Sus manos, ya inquietas acariciaron mi abdomen. Eran fuertes y grandes y a causa de que él no sabia que estaba herido me hicieron daño, el cual me hizo acordarme de Naruto.

-Bas...ta...-

Se aparto de mi.

-¿Pasa algo?-

-No.- Mentí.- Solo que no entiendo como es que tu...-

-Es una larga historia, todo se lo debo a...-

-¡¡Ayayayay!!-

Se hoyo a lo lejos, era Naruto.

-¡Dejame coger la comida!

-¡No es para ti criajo!-

-Ya lo se, es para Sasuke.-

Desde la cama podía ver como Naruto intentaba entrar con una cesta de comida arrastrando a un extraño rubio el cual su dorado cabello le tapaba un ojo. Tenía los brazos llenos de cicatrices.

-Deidara, dejalo.-

Dijo tranquilamente Itachi.

-Esta comida es para mi hermano.

-¿En serio? Este chico tiene una pinta de glotón...uhn.-

-¿Vaya manera de tratar a los recién llegados.

-Chillaba Naruto dejando la cesta encima de la cama.

-Come, necesitaras fuerzas.-

Dijo mi hermano.

Por un momento reino el silencio que yo rompí mordiendo una manzana.

-¿Quieres que te cuente lo que paso?-

No se veía muy convencido de querermelo contar delante de los dos rubios pero necesitaba saber que había pasado.

-Si...-

-Entonces mejor que nos sentemos todos.-

Dijo con un poco de resignación.

-Cuando perdiste la conciencia y se te llevaron esos hijos de puta en ese trágico día sentí que ya había muerto, el fuego aun me estaba rustiendo la carne y ese dolor aun lo podía notar. A pesar de que mi cuerpo estaba casi completamente quemado yo aun seguía con vida, desde siempre supe que el fuego me daba vida y así fue hasta el último momento. Pero ese no fue mi final ya que alguien me vino a rescatar. Otro loco amante del fuego y de las explosiones. ¿Verdad que si, Deidara?-

Dijo mirando con una gran complicidad a ese chico con facciones afeminadas, el cual le devolvió la mirada, una muy extraña, con un toque de locura.

-Él con sus bombas mato a medio pueblo, esas personas que miraban como moría, murieron. Gracias al caos y las grandes llamas y cuerpos deshechos aprovecho para llevarse mi morivundo cuerpo de ese lugar. El refrán del pueblo es: Lo que te mata, te hace mas fuerte. Y así lo hicieron conmigo, me lanzaron en llamas con poderes curativos, y por que no decirlo, demoníacos, los cuales me regeneraron la piel y me dieron unas nuevas fuerzas. Por eso ahora mis ojos son de este color.-

Esta vez dirigió su mirada en mi de una manera que me hizo estremecer.

-Cada día, cada segundo que he pasado en este pueblo no me podido dejar de pensar en ti y en que no te pude ayudar, Sasuke, en verdad lo siento mucho.-

-Ahora ya da igual, hermano. Lo importante es que estas vivo y a mi lado.-

Dije con ojos suplicantes de un abrazo que enseguida recibí.

Naruto enfadado salio del lugar tirando la silla de madera al suelo.

-Que impulsivo es este chico, ¿que le ha pasado? -

Pregunto Deidara.

-Eso... ¿por que se ha puesto así?...¿Sasuke quien es este chico?-

Su tono de voz era un híbrido entre celos y firme, algo que me produjo mas miedo que la mismísima pregunta, aunque no sabia que contestarle para no decir una mentira y que él no se enfadara conmigo.

-Es un chico que me ha ayudado mucho durante estos días, él es el que dijo que viniéramos aquí.

-Ya note que en él había una cosa especial, su aura es muy extraña. Tendré que darle las gracias por haberte cuidado tan bien, ¿no?

-No es necesario, nunca le he pedido que me cuidara.-

-Per..-

-He dicho que no. -

Casi nunca utilizaba un tono de voz semejante con mi hermano, pero no podía permitir que Naruto le dijera cualquier cosa. No deseaba perder de nuevo a mi hermano. Quería que estuviera conmigo. A pesar de que sabia que haría daño a Naruto.

-Tranquilo, como quieras.-

Hizo un espacio de silencio.-

¿Te gustaría visitar el pueblo? Creo que lo mejor que puedes hacer es caminar, ahora que ya estas otra vez nutrido.

-De acuerdo.-

-Te he conseguido ropa de tu talla, si quieres te ayudo a vestirte.-

Dijo sonriendo.

-No, ahora saldare.-

Los dos me dejaron solo.

Caminaba por los pasillos de madera hasta llegar a una sala, en ella se encontraba Itachi.

-¿Vamonos?-

-¿Y los otros?-

-Ni idea. ¿Sabes? Creo que te gustara este lugar.-

Dijo alegremente.

Cuando abrió la puerta, el sol por unos momentos me cegó de tan luminoso que era, en la antigua aldea siempre estaba nublado. Aquí, los rayos de sol, tocaban de lleno en todas partes. Como había alcanzado a ver antes, las casas eran bonitas y por todos lados había grandes arboles con hojas muy verdes. Empezamos a caminar y como en todos los lugares donde reinaba la tranquilidad había niños y niñas corriendo por las calles.

-Vamos al centro del pueblo.-

El centro constataba de una gran plaza, solo eso, no había ni iglesia y lo mejor de todo, ningún lugar donde se hicieran sacrificios. En verdad, tenia razón,,este lugar es muy distinto a los demás, era mejor.

Sonreí a Itachi.

-¿Te gusta este lugar?-

-Hubiera estado bien vivir desde un principio aquí.-

-Si, tienes razón.-

Me cogió de la mano.

-Ven, te enseñare mi lugar favorito.-

Con un paso ligero me llevo en un sitio apartado de las casas, custodiado por un montón de arboles que lo hacían invisible. Nos sentamos en la hierba, una muy mullida y verde hierba, olía a menta.

La temperatura del lugar era perfecta, el contraste de la sobra de los arboles y del sol hacían que la fina brisa que había fuera muy placentera.

Estire todos mis músculos formando de mi cuerpo una estrella.

Itachi se encontraba mirándome tirado de lado aguantándose la cabeza con su mano.

-¿Se esta bien, verdad?-

-Si.-

Cambio su posición. Dirijo su cuerpo encima del mio, colocándose encima de mis caderas, arrebatadamente la movilidad de los brazos con los suyos y luego besando mis labios, bajando hasta mi cuello. Se sentían tan bien los besos de Itachi pero había algo que no me dejaba que los disfrutara al máximo. A pesar de que mi garganta empezaban a salir pequeños jadeos, algo en mi me decía que lo que hacia no estaba bien, pero no era ese sentimiento de vergüenza, era otro distinto, uno de culpabilidad.

Itachi ya se encontraba en mi vientre, lamia y succionaba todo a su paso.

-Ita...chi.-

No bajes mas por favor.

-Tu cuerpo me dice otra cosa.

-Ronroneó acariciandome mi endurecida entrepierna.

-Ahora no. Te lo digo en serio.-

Mi tono de voz cambio un poco.

-No me dejes a medias, te he echado tanto de menos...-

Me bajo un poco los pantalones, sabia que si me tocaba en aquella parte, no había vuelta atrás. Tenia que pararlo.

-No me apetece.-

Dije al final secamente.

Itachi suspiro y se incorporo, al igual que yo.

-Lo siento, pero no me siento preparado.-

En verdad me sincere.

-Te entiendo. Vamonos.-

De repente los pájaros dejaron de cantar y como si del fin del mundo se tratara una gran explosión estallo en ese pacifico lugar haciendo que los pequeños animales salieran corriendo asustados hacia otros lugares. El suelo tembló.

-Deidara... -

Aclaró achicando los ojos en señal de enojo.

-Vamonos mas deprisa, a saber que destrozo habrá hecho.-

Empezamos a correr. La gente no parecía muy conmocionada a pesar de que hasta los tímpanos me habían dolido del gran ruido que había hecho esa explosión.

Salimos del pueblo y nos adentramos en un bosque que llevaba hasta un acantilado donde la vegetación se terminaba, el olor del lugar era una combinación extraña entre arcilla y pólvora.

En la punta del acantilado, estaba Deidara.

-Esperate aquí.-

Me ordeno.

Mi hermano, lentamente, como siempre solía caminar, fue hacia donde se encontraba el chico, miraba hacia el horizonte, parecía triste.

Se paro a uno metro del él y empezó a hablar. No entendía nada desde donde estaba.

El chico que había salvado la vida de mi hermano. No sabia que pensar de él, le tendría que estar profundamente agradecido pero por algún motivo no lo estaba. Se notaba que durante esos días él y mi hermano habían establecido una gran amistad que no sabia si podría aguantar.


-¿Te pasaste un poco con esta explosión, no?-

-También el arte sirve para desahogarse. Tenia que sacar toda esta pena e ira de mi interior. -

Dijo aun mirado hacia el vacío.

Itachi se giro y vino hacia mi. Mientras venia Deidara hizo algo con sus manos tirándolo al vacío, ese objeto parecía un pájaro, un cuervo, que voló unos metros y luego exploto provocando un sonido parecido al de un grito de dolor.

Mi hermano siguió adelante sin pararse, yo solo lo seguí. ¿Que había pasado? No me atrevía a preguntar.

Las explosiones no cesaron durante todo el día.

Me encontraba solo en casa de Itachi en el cuarto que me había asignado, al parecer la compartía con Deidara, casi no tenÍa ningún mueble, solo una silla y una cama grande con unos percheros improvisados para que pudiera poner al ropa. En estas horas Itachi tenÍa un trabajo que le había encargado un hombre, devolverle la vida no había sido gratis. Gente de afuera venÍa especialmente a pedir a las personas con poderes que les hicieran distintos e imposibles trabajos para la gente "normal".

Me preguntaba donde estaba Naruto. Decidí ir a buscarlo.

Fui directamente a los bosques que se formaban alrededor del pueblo. No tarde mucho en encontrarle, estaba sentado en el tronco de un árbol que se había caído.

Me senté delante de él, en el suelo, luego, después de todo lo mire, tenÍa miedo a que su mirada me doliera demasiado, pero no tenia otra, esa mirada cansada y triste de tanto llorar me rompió mi egoísta corazón.

Esperaba que me regañase, que pidiera explicaciones pero ni se inmuto de mi presencia, seguía con su mirada.

Nos quedamos así, yo sentado delante de él, mirado sus manos que estaban entrelazadas, sudorosas y temblorosas.


El tiempo pasaba y el brillante sol se iba anaranjado y bajando del cielo para poder esconderse detrás de las montañas.

Naruto se levanto.

-Es demasiado tarde para que me vaya, así que esta noche la pasare aquí.-

-¿Qué?-

-Pensaba que aquí podría hacer una nueva vida, incluso pasarla contigo, pero ahora que sabes que tu hermano esta vivo yo ya no tengo ninguna oportunidad, y no puedo vivir en el mismo lugar de la persona que amo y que esta no me corresponda, no puedo después de haber pasado tantas cosas juntos. Así que mañana por la mañana me iré. -

Nuevas lágrimas salían de sus ojos.

- Siento si en algún momento te he puesto en algún aprieto.-

Se levanto dirigiéndose al pueblo. Pero se paro.

-Y tranquilo, no me veras en casa de tu hermano.-

Si no fuera porque estaba sentado, mis piernas me flaquearían. ¿Cómo le podía haber hecho esto a Naruto? El único lugar donde podría ser feliz y vivir tranquilamente con gente que lo apreciaría y le trataría como a un igual. Se lo había quitado.


Continuará...

martes, 16 de agosto de 2011

En nombre de Dios [Cap. 6]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.

Capítulo 6: Eres lo que necesito.


Nos habíamos acomodado para dormir, ya era muy tarde. Solo se escuchaba el sonido de la madera al quemarse, los grillos y alguno que otro animal al moverse por el bosque. El calor del fuego y ese pequeño lecho que Naruto me había hecho con hojas y otras plantas hacia que dormir en el suelo no fuera una acción tan incomoda.
Aquella era la primera noche que pasaba con Naruto como acompañante.

Me sentía nervioso pero al final pude conciliar el sueño.

**

La mañana me despertó con un olor a comida recién hecha.

-Buenos días Sasuke.-

Dijo con un gran bostezo en la boca. Debajo de sus ojos azules también se encontraban unas grandes ojeras. -

-Buenos días...-

Hacia mucho que el rubio se encontraba despierto ya que para desayunar teníamos pescado a la brasa y algún que otro huevo de ave.



-Me he esforzado para que este bueno y que tenga mucha energía.-

Comentó sonriendo.

-Buen provecho.-

Era lo único que se me ocurrió contestarle.

A pesar de que era una comida medio quemada me supo deliciosa, no se si por el hambre voraz que tenía o porque lo había cocinado él.

Después de desayunar nos quedamos un rato mas en nuestro lugar de acampada.

-Bueno...-

Dijo Naruto estirando sus brazos hacia el cielo.

-Creo que es el momento de que comencemos a caminar. ¿Puedes verdad?-

-Claro...-

Contesté.

-He decidido que buscaremos ese lugar, El pueblo de los Malditos, allí podremos vivir en paz, dejar todos estos recuerdos atrás, y si es posible empezar una nueva vida.

¿El pueblo de los Malditos? ¿Cómo estaba tan seguro de que yo quería ir a vivir allí? ¿Yo no era un monstruo. ¿Verdad?

En ese momento me llego a la memoria las palabras del pueblo y de mi padre. La gente se pensaba que era un títere poseído por Satanás. Solamente por el simple hecho de que me enamorara de mi hermano.

Naruto ya se encontraba de pie, me miraba estrañado.

-Sasuke, ¿no me oyes?-

-Si, perdona.-

Al intentar levantarme me fallo el pie a causa de tantas horas de estar sentado pero Naruto fue mas rápido que la gravedad y se interpuso entre el suelo y yo quedando encima de él.

-¿Estas bien?-

-Si...pe-perdona...-

Me levante como pude.

Después de eso ya no hablamos mas, pero me preguntaba si Naruto sabia el camino.

-Una pregunta.-

-¿Si?-

-¿Sabes el camino, verdad?-

Hacía un montón de horas que caminábamos y mis heridas empezaban a escocer a causa del sudor.

-Em... la verdad, no.

-¡¿Qué?! !No puedo creer que no lo sepas!-

-Hace muchos años que me fui de allí, es normal que ya lo haya olvidado.-

-Pff.-

Continuamos caminando, la noche estaba llegando y con ella el frío, no encontrábamos ningún sitio en el que poder pasarla, pero una chispa de suerte nos ilumino el camino.

-¡Un pueblo!-

Grito mucho mas animado.

Corrimos hacía allí a pesar de que no sabíamos donde poníamos los pies.
Parecía que estaba cerca pero nunca llegábamos. Me estaba cansado muchísimo. Mi debilidad se estaba haciendo presente haciendo que mis piernas flaquearan, haciéndome caer.

-!Mierda!-

Grite.

Al levantar la cabeza ya no podía ver a Naruto. Intente levantarme pero las piernas no me respondían. ¿Cómo podía ser que un chico, no, un hombre como era yo no pudiera levantarse después de una caída tan estúpida como aquella? Débil. Otra vez esa palabra vino a mi mente.

Quería llamar a Naruto pero no me atrevía. Pasaba el tiempo y mis manos empezaban a helarse al igual que mis pies.

A mi alrededor solamente existía la oscuridad, ni las siluetas de los arboles podía distinguir, podía ser que mi vista fuese nula pero mi oído no, un sonido de ramas al crujir capto mi atención.

¿Qué era eso? ¿Un animal? ¿Una persona? ¿Orochimaru?

Empece a temblar, no podía defenderme, me sentía tan débil.

-Por favor que esto acabe pronto.-

Susurre con lagrimas en los ojos, otra vez.

A pesar de que no veía nada cerré los ojos, solo podía sentir como esa cosa se acercaba a mi lentamente. Era el fin.

Me cogió en brazos.



-¿Naruto?-

Susurre.

-Perdoname fui demasiado deprisa.-

-¿¡Por qué coño no me has dicho que eras tu el que se acercaba!?-

-En ese momento no me ha salido la voz... realmente me había asustado mucho.-

-¡Pero no es nada propio de ti!-

Me había cabreado, ¿por que no me llamaba o simplemente me dijo algo?

Entonces me dejo otra vez en el suelo.

-¿Sabes que hubiera sido propio de mi? Hubiera hecho esto.-

Me beso fuertemente.

-Sasuke, creía que te había perdido otra vez...-

Pequeñas pero visibles lagrimas salieron de mis ojos. Prefería mil veces esa opción...

Me llevo en brazos hasta ese pueblo.
A cambio de algún trabajo nos dejaron quedar en el hostal esa noche.

Toda la habitación estaba constituida por solo una cama, la cual tuvimos que compartir. El trozo de ropa que representaba que era la sabana solo llegaba para cubrir una persona. Naruto me la cedió. Se estaba comportando tan bien conmigo, creo que nadie se había comportado así años atrás.

Lo abrace de forma protectora, como me gustaría que me abrazaran a mi, el poco espacio que en ese mismo momento ocupábamos entre los dos casi nos llegaba para podernos cubrir pero el calor de nuestros cuerpos ya era suficiente. Esa noche dormí plácidamente.

-Sasuke...-

Una presión en los labios me despertó. Delante de mi tenia a un rubio besándome. Inconscientemente lo aparte de mi.

-¿Qué haces?-

Esta vez Naruto había quedado estampado contra la pared de ese atronado hostal, hasta le cayo un poco de tiza del techo encima de la cabeza.

-¿¡A qué viene esto!?-

-¿Por que me besas?-

-Bueno... yo creía que seria una bonita manera de despertarte...-

-¡No tienes derecho a hacer esto!-

-Pero...-

-¿Pero qué?-

-Ayer tu...tu y yo ayer dormimos abrazados, y fuste tu el que comenzó... yo pensaba que...-

-Naruto, ¿podrías terminar alguna frase?-

Empezaba las frases y nos las acababa, no lo podía entender.

-Interpreté tu abrazo mal, eso es todo. -

La cara de Naruto era incapaz de esconder ningún sentimiento, los plasmaba en su máxima plenitud, y en esos momentos, estaba triste.

Pero ¿qué quería decir con que había interpretado mal mi abrazo? ¿A caso él se había pensado que lo correspondía? ¿Lo hice? Me sentí tan bien cuando lo tuve entre mis brazos, en ese momento para nada me sentí débil ,al contrario, me sentí capaz de protegerlo de cualquier cosa. Puede que fuera eso lo que esto necesitaba. Una persona a la cual proteger y que a cambio me llenara de cariño, que pudiera remplazar toda esa mierda que tenía a dentro por nada mas que cariño y puede que amor.

Tenía miedo de que me volvieran a hacer daño pero a pesar de todo lo pasado sentía que con Naruto nada de eso podía volver a ocurrir.

-No me interpretaste mal...-

-¿Qué?-

-Que quiero estar contigo.-

-¿Sasuke, no estarás bromeando verdad?-

-¿A mi me ves cara de bromista?-

-No.-

Dijo sonrojado.

-Pues créeme. Quiero poder protegerte porque me gustas.

Nos abrazamos.

-Gracias.-

-¿Por qué?

-Por estar conmigo. Realmente te quiero Sasuke.-

Aun no podía decirle que le quería, no era el momento.

Por la tarde nos adentramos en el pueblo. Era mas pequeño que el de toda mi vida pero la gente parecía igual y en el centro había esa horrible cruz donde quemaban a la gente. Parecía que nadie nos podía guiar ni ayudar pero no era así.

Desanimados estábamos abandonando el pueblo cuando una extraño hombre apareció de la nada llamando a Naruto, sabia su nombre.

-¡¿Quien eres tu?!-

Gritó Naruto.

-Mi nombre no importa, pero te conocí cuando eras pequeño, era amigo de tus padres.-

-¿Eras...?-

-Orochimaru los mato...-

Solo una lagrima saltó de sus ojos. Había pasado tanto tiempo que recordaba borrosamente el aspecto de sus padres y el amor que le habían dado de pequeño.

-Se que queréis ir Al pueblo de los Malditos y yo os puedo conducir hasta allí.-

-Pues si es así, por favor, llevanos.-


El rubio estaba callado y sumergido en sus pensamientos. Quería decir algo pero realmente no me salían las palabras. Le cogí de la mano.

-Gracias Sasuke. Se me pasara pronto.-

Me sentía un poco raro comportándome de esa manera pero no me gustaba ver a Naruto decaído, necesitaba su alegría.

Según ese hombre de mediana edad aun nos faltaba bastante para llegar a nuestra meta. Acampamos en una clariana donde se podía ver una luna muy grande y plateada, simplemente hermosa. Hicimos una fogata y nos pusimos a dormir, Naruto y yo por una parte y ese señor en otra. A pesar de dormir abrazados al viejo no le causo ningún reparo. Me alivio un poco.

Casi me había dormido cuando sentí la mano del zorrito acariciándome el pecho por debajo de la camisa que llevaba.


Abrí los ojos, Naruto entendió mi expresión de asombro pero la suya era de total lujuria. Sus ojos brillaban y en su rostro se dibujaba una sonrisa que mas bien parecía una mueca.

Subió un poco hasta llegar a mis pezones, los cuales empezó a acariciar y a endurecer, hacia que mi piel se erizara.

-Para Na..ruto.-

Le rogué.

-Te deseo Sasuke...-

Dijo acercándose a mi para besarme.

-Yo.. no puedo...ahora no.-

Asustado me aparte de él. No estaba preparado para poder estar físicamente con alguien mas, aun sentía el dolor ahí...

Esa noche sentí frío.

Naruto estaba enfadado, se comportaba como un crío, en parte me hacia gracia porque me gustaba esa parte divertida y fresca de él pero si no podía entender que yo aun no estaba preparado no podía seguir a su lado por mucho que me doliera.

-Esta noche llegaremos al pueblo. -

Dijo aquel hombre de mirada cansada.



Continuará...

ScuF 4 Llevándome.



Género: Romance?
Advertencia: Ninguna.



3: Llevándome.

Pasaron las semanas y los meses y nuestras conversaciones no cesaban. Fuese el tema que fuese me estaban bien. A pesar de que esa chica acabra yaiozando todo lo que hablabamos no me cansaba. Es más, por curiosidad entre en alguna de las páginas que me paso, mire alguno de los animes, siguiendo su orden pues me dijo que para un principiante era importante seguir un orden para no impresionarse y quedarse trauamtizado de por vida y asi lo hice.

No sabia que sentir hacia esos animes. No me disgustavan pero tampoco me atraian. Parecia mentira pero lentamente iba entrando es ese mundo tan extraño, a ese mundo que era el yaoi y lo más atemorizandote y para algunos sorprendente a su mundo.

Rotten: ¿Te gustaría quedar un dia..?

Esa fue su pregunta. De repente y simple.
Acepte. Y tengo algo de miedo porque no se lo que me espera...

Continuará.



Despues de mucho me ha dado para subir un trocito mas. Es que me aburro xD. No es muy bueno pero en fin. Asi me da para escribir mas.

Ciaoo

En nombre de Dios. [Cap. 5]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.

Capitulo 5: Dolor y miedo.

Su abrazo desbordaba gratitud pero su cuerpo aun estaba muy caliente a causa de esa poderosa aura que lo envolvía, me sentí débil y vulnerable y de un empujón lo aparte.

-¿Te doy miedo?-

Cuando Naruto hablaba así hacia que mi corazón saltara y se encogiera. Su aspecto en esos momentos no era humano pero para nada, un ser como él, me provocaba ese sentimiento de miedo que creía que me trasmitia.

-¿¡Cómo quieres darme miedo..!?-

-Eso me haces sentir con tus reacciones, eso o te doy asco.-

No sabía que contestarle.

El sol empezaba a verse por detrás de las montañas. Eso significaba que mi “misión” había terminado.

-Adiós.-

Dije secamente alejándome de lo que había sido el lugar de la lucha y de Naruto.

-No te vayas...-

Intente olvidar el significado de esas palabras y así no tener que girarme.

-¡Mierda!- Grito dando patadas. -¿¡Es que acaso no me oyes!? ¡No te marches! Por favor...-

Odiaba mi empatía, odiaba poder sentir la tristeza de la gente que me rodeaba. La voz de Naruto. Esas palabras estaban destrozando lo que quedaba de mi sucio corazón pero no podía quedarme, había decidido mi futuro, caminar y caminar hasta que mis pies se convirtieran en llagas de las cuales saldría toda la porquería de mi ser y así volver a ser yo mismo.

Mis pasos no eran firmes pero tampoco pequeños, había perdido mis zapatos a causa de esa explosión y la pinaza empezaba a punzarme los pies pero aun no dolían ya que la humedad de la mañana hacia que esta fuese un poco más blanda y tierna.

A lo lejos alguien gritaba, no podía ser que Orochi...

-¡No dejare que te vayas!-

Dijo pegando un salto en el aire un incansable rubio el cual me tiro al suelo quedando encima de mí.

La primera visión que obtuve fue su cara llena de lágrimas y mocos, como si la cara de un niño el cual no le compran un caramelo se tratara. Me aprisionó las muñecas dejándome casi inmóvil.

-¡Mírame a la cara!-

Me ordenó.

-No me grites...-

-¡Como quieres que teno grite si no me oyes!-

-Puede que no te quiera oír...-

-¿Por qué?-

-No te incumbe...-

-¡Si que me incumbe!-

-No.-

-Sí, porque los problemas de las personas que me importan me incumben.-

Esas palabras me dolían, me hacían sentir tonto y vulnerable y yo no era así, ¡para nada yo no era así!

-¡Basta ya! ¡Déjame ir!-

-¡No! ¡No pienso estar solo otra vez! Sasuke... te necesito...-

Entonces buscó mis labios y poso un casto beso en estos. Una olvidada sensación llego a mi cerebro haciéndome sonrojar pero a la vez haciendo que mi cuerpo entrara en un profundo miedo, una sensación de claustrofobia me envolvió. Naruto estaba acaparando mi espacio y ¡tenía que apartarse ya! No sé como, acompañado de un grito de pavor con las piernas hice que Naruto saliera volando y chocara contra un árbol. Mi rostro estaba mojado. Lloraba y no me había dado cuenta. Mis piernas flaqueaban y temblaran pero retrocedía arrastrándome como podía.

Naruto sangraba por la cabeza, pero no le dio importancia solo pronuncio una frase.

-Realmente me odias.-

¿Por qué lo había afirmado? No le había dicho nunca un “te odio”. ¿Mis reacciones hacia él eran de odio?

¿Le odiaba?

Sentía odio pero no era hacia él, sino era hacia mí mismo.

Un montón de preguntas más pasaron por mi cabeza.


¿Valía la pena hacerle entender que no lo odiaba?


¿Por qué pensar tanto en Naruto si yo quería estar solo?


¿Por qué me odio tanto?


¿En verdad quiero estar solo o quiero.... estar con Naruto?


No podía responder ninguna de esas preguntas, mi cerebro era un verdadero colapso y sentía mucho miedo de cualquiera de esas respuestas.

Cuando me di cuenta Naruto ya no estaba respaldado en ese árbol. Ahora estaba solo.

Una tranquilidad extraña me envolvió y me llevo hacia un sueño del cual no desperté al cabo de unas horas.

***

Mi cuerpo estaba entumecido, mis muñecas traían señales de magulladuras. Me había agarrado muy fuerte, y mi cabeza daba vueltas. ¿Cuánto hacia que no comía? Sin pensar me levanté de un solo golpe, fallando y cayendo de nuevo. Era débil. Cada cosa que hacía me recordaba que lo era.

Apoyándome de árbol en árbol fui avanzando hasta encontrar un riachuelo de agua fresca y clara, con algún pequeño pez nadando en ella. Aproveché de mi necesitada soledad para beber, y darme un baño, creí que si me bañaba me podría sentir un poco mejor, pero me equivocaba. Al desnudarme me encontré con unas marcas por todo mi cuerpo, era suciedad que con el agua no marchaba, nuevas lágrimas cayeron por mis ojos, pero éstas no se percibieron ya que me encontraba empapado por esa fría agua. Unas ramas que la corriente trajo chocaron contra mi cuerpo y entonces una idea paso por mi mente. Las cogí y con ellas me empecé a frotar el cuerpo muy fuertemente en esas partes donde se encontraban las mordidas y chupetones hasta hacer sangre. Mi alrededor se tiñó de rojo, el agua ya no era de aquel color trasparente y puro sino de un color sucio.

Me dolía pero no podía parar.

-¡Detente!-

Una voz muy familiar me gritaba desde lo lejos, otra vez.

Rápidamente se acercó y entro en ése agua quitándome las ramas de las manos.

-¿Qué coño estás haciendo Sasuke?-

Su mirada era triste y sus ojos estaban rojos, pero no a causa del Kyuubi, sino de tanto llorar.

-Estoy…sucio... -

Balbuceé.

-No te entiendo. ¡Dios! Este corte es muy feo... -

Decía mientras me miraba las heridas.Sin oponer resistencia, ya que me sentía mareado, Naruto me cogió en brazos y me tumbo en la hierba que había al lado del riachuelo.

-Voy a traerte algo para comer y taparte esto.-


Otra vez me dejo solo y mis pensamientos volvieron a invadir la mente.

De nuevo mi debilidad salía a flote. Lágrimas calientes bajaban y caían al suelo recorriendo mis mejillas. No podía dejar que Naruto cuidara de mí de esa manera, intenté levantarme pero el cuerpo me dolía demasiado y mi vista se nublaba.

Ojala me hubiera quemado con Itachi...

El dedo pulgar de Naruto limpio el recorrido de mis lágrimas hasta llegar a mis ojos, después fue dirigiéndose hacia mis labios, otra vez esa rara sensación... Aparté la cabeza.

-Te he traído algo de frutas silvestres, cómetelas, no es mucho pero te harán sentir mejor.-

Mientras comía el me iba vendado mis recientes heridas con trozos de su camiseta y unas hierbas medicinales hechas ungüento.

-No tenias que hacer nada...-

Dije cuando me sentí más tranquilo.

-Veo que aun no lo has entendido... eres muy importante para mí, nunca podre quedarme de brazos cruzados si tu estas sufriendo...-

-Cállate por favor.-

-¿Sabes? Creo que ya es suficiente y no me voy a callar más y tampoco me voy a contener más porque tu me gustas demasiado como para poder controlar mis impulsos, deja que te ayude porque ahora eres tu el que la necesita.-

Sus palabras eran demasiado punzantes para mí pero no podía dejar que se diera cuenta de que me estaba hiriendo así que lo miré a los ojos.

Por un instante me ahogue, me ahogue en sus dos mares. ¿Cómo una persona podía mirarme de esa manera, ni Itachi me hacía sentir así...

Acarició mi mejilla con una mano y con la otra mi pecho, era una sensación agradable pero como flechas atravesándome las sienes imágenes de esos horribles momentos aparecieron ante mis ojos y otra vez me aparté.

-No puedo...tengo miedo...-

No podía creer que esas palabras salieran de mi boca, ¿Desde cuándo un Uchiha no podía hacer alguna cosa? ¿Desde cuándo un Uchiha tenía miedo? Me avergonzaba de mi mismo.

Pero Naruto solo sonrió. No le entendía.

-Estoy contento. Por fin has hablado de ti mismo y de cómo te sientes, es un paso realmente grande. Y en tus ojos he podido ver que tu miedo no es hacia mí, y eso me hace feliz. Sasuke, deja que te ayude, deja que te enseñe otra vez a amar.-

Sus palabras eran tan dulces, sus ojos tan tranquilizantes que me perdí otra vez en ellos. Sin darme cuenta de que otra vez estábamos fundidos en un abrazo, quise contener mis miedos y estar así un rato pero él mismo se separo de mi al cabo de poco.

-¿Te quedas conmigo? -

Preguntó.

Naruto me hacía sentir que había otras maneras para poder quitarme esa suciedad de encima.

Acepté pero aun no sabía si estaba haciendo lo correcto.

Él decía que no era brujo pero me había hechizado con solo una mirada.

Continuará...

martes, 9 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap. 4]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.

Capítulo 4: Me quedaré contigo. La lucha.

-Simularé un ataque o algo así y mientras Orochimaru me auxilia tú aprovecharás para darle un golpe y escapar.-

¿Realmente pondría su vida en peligro para que yo pudiera huir?

-Y cuando se de cuenta de que es mentira, ¿qué te pasará?-

-A mi nada, si me mata nunca podrá extraerme el Kyuubi así que estoy a salvo.–

Me dijo mirándome a los ojos, me trasmitió seguridad.

-De acuerdo.-

ç¿Como podía haber pensado que alguien arriesgaría su vida por mí? Después de lo que Orochimaru me hizo es como si solo fuera un muñeco usado o así me sentía yo.

Después de contarme su “plan”, ninguno de los dos dijo nada más hasta que escuchamos acercarse alguien a la cabaña. Inmediatamente Naruto empezó a gritar y convulsionarse, los pasos se aceleraron para después abrir de un golpe la puerta.

-¿Qué te pasa Naruto?–

Gritó un poco histérico.

El rubio cada vez hacia empeorar más su estado dejando a Orochimaru totalmente concentrado en él.

Entonces yo rápidamente cogí una piedra que estaba en el suelo y le di un golpe seco en la nuca, luego este cayó al suelo inconsciente.
En ese momento me entraron unas ganas enormes de darle una buena paliza y matarle pero no había tiempo para eso.

-Adiós Sasuke.–

Dijo el zorro sin mirarme.

Me iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer. En las manos de Orochimaru se encontraban unas llaves, las cogí.

-¿Qué haces?-

-Sacarte de aquí.-

-Pero…-

-Cállate y agradécemelo.-

Ese chico tenia algo especial que me atraía y sentí que no podía dejarlo allí y menos con ese degenerado.

Abrí ese tipo de esposas de sus muñecas y pies, en cada extremidad tenia una marca de tanto intentar escapar.

-Vámonos.–

Dije ayudándolo a levantarse.

Salimos corriendo de allí pero no antes de encerrar a Orochimaru en ese sucio lugar, sabia que no serviría de nada pero si lo hacía sentía que tenía mas oportunidades de escapar y podernos alejarnos más de él.

Los dos teníamos la agilidad de correr muy rápido y en un santiamén ya nos encontrábamos en el bosque, muy adentro del bosque. Nos paramos en una clariana, esta también tenía un lago, no tan grande como el que conocía pero lo suficiente para poder bañarse.

Nos sentamos debajo de la sombra de uno de los frondosos y verdes árboles que había en ese, también, hermoso lugar. Se respiraba mucha paz. El suave viento recorriendo mi pelo y mi piel, el olor de las flores y el sonido del agua, parecía que los problemas se desvaneciesen en ese bucólico lugar.

-¿Qué harás ahora?-

-¿Eh?–

Estaba realmente en mi mundo.

-¡Que qué harás ahora!-

-Tranquilo, que no estoy sordo.–

Naruto estaba siendo un chico muy chillón.

-Pues no tengo ni idea, la verdad si pudiera me gustaría convertirme en uno de estos arboles y así poder ver cada día este paisaje y no tener que preocuparme por nada.-

-Realmente lo que te pasó es muy duro, pero no puedo decir que te entienda porque yo nunca me he enamorado de nadie.–

Habló demasiado.

-¿Lo sabes? –

La rabia invadió mi cuerpo, la sangre me hervía.

-Tu hermano me lo contó.–

Dijo un poco arrepentido de sus palabras.

Sentí varias emociones en esos instantes, por una parte rabia, Naruto sabía todo de mí sin habérselo contado yo. Tristeza, me hizo recordar a mi difunto hermano y también lo mucho que lo echaba de menos. Y celos, solo de pensar que él había pasado sus últimos momentos a solas con Itachi, me moría de celos.

-¿Por qué no me lo has dicho desde un principio que te lo había contado todo?-

-Parecías afectado…-

-¿Y por que coño me lo cuentas ahora?-

-No se… creí que había más confianza… además no es bueno que te lo guardes todo para ti solo…-

Intento ponerme el brazo en el hombro.

-¡Tu que sabrás!–

Aparté su brazo.

Odiaba que sintieran pena por mí pero la presión era tanta que mis ojos empezaban a humedecerse, tenia que salir de allí.

-Creo que ha llegado el momento en que nuestros caminos se separen.-

Me levante para irme.

-Espera, creído de mierda.–

Había dado unos pasos cuando sentí eso que parecía haber sido Naruto.

Me giré.

-¿Qué quie…-

Me quede con las palabras a medio decir, la mirada de Naruto había perdido su frescor azulada y ahora era de un color rojo sangre.

-Ya puedes cerrar tu boquita de piñón niño, como puedes ver yo no soy Naruto, sino el Kyuubi.-

-¿Y?–

Me atreví a chulearle.

-Pues que no vas a dejar solo a Naruto, esta noche será el eclipse lunar y no podré actuar si Orochimaru pone sus asquerosas garras encima de este encantador niñito que tengo como cuerpo. Así que te quedaras con él hasta que todo haya pasado.-

-¿Y si me niego?-

-Querrás decir que quieres morir.

–La sonrisa que mostraba el Kyuubi en la cara de Naruto realmente daba pavor.

Sonreí.

-Creo que tu patética amenaza no será suficiente para que me quede, la muerte ya no me da miedo.-

-¿Y la muerte de Naruto?-

A que venia esto, ¿por que tendría que temer a que Naruto muriera? Me había ayudado pero tampoco le conocía tanto y no había tenido tiempo de poder formar ningún sentimiento hacia él.
Pero tampoco era plan de que Orochimaru obtuviera ese poder.

-De acuerdo, me quedaré con Naruto hasta mañana por la mañana.-

-Has hecho bien de escoger esta opción porque a Naruto le hubiera sabido muy mal ver tus pedazos esparcidos por todos lados y sus manos cubiertas de tu sangre. Aunque no lo parezca te ha cogido mucho aprecio.-

¿Lo decía en serio? Por un momento mi corazón se acelero pero un cuerpo cayendo me saco de mis pensamientos, Naruto había caído desmayado en el suelo.

Fui a socorrerle. Lo deje apoyado en el troco del árbol donde estábamos sentados y fui a coger un poco de agua para mojarle la cara, al cabo de poco volvió en si. Sus ojos me volvieron a impresionar, había olvidado ese color tan azul.

-¿Qué ha pasado?-

Ahora no sabía si tenía que mencionar lo que el Kyuubi me había dicho. Dudé.

-El Kyuubi me ha hablado.-

-¿Qué te ha dicho?, ¿te ha hecho algo?-

-Pues… la verdad nada, solo ha sido un momento, solo me ha insultado y eso.-

-Ah…-

Me guardé las palabras del Kyuubi para mí.

Naruto no hizo ningún comentario de porque al final no me había ido. ¿Podía ser que tuviera miedo de que entonces me fuera?

El tiempo pasaba y con él la tarde dando paso a la oscuridad del cielo y a una luna llena que aparecía entre los arboles.

Naruto no paraba de dar vueltas de un lado para otro.

-¡Por Dios! ¿Puedes estarte quieto?–

Le grité rompiendo el silencio que se hizo habitual en el lugar, estaba perdiendo los nervios.

-No, no puedo, estoy seguro de que tarde o temprano aparecerá Orochimaru, y entonces no sé que pasara…no puedo evitar estar nervioso.-

-Estamos muy adentro del bosque y no creo que nadie nos encuentre y menos con esta oscuridad.–

Dije intentando tranquilizarle.

-No estés tan seguro…-

-¿Le temes?-

Su cara me inspiraba ese sentimiento.

-No, yo no le temo a nada.–

Dijo no muy convencido de su respuesta. Esa valentía falsa hacia que realmente lo quisiera proteger porque era una verdad muy grande que las personas que se hacen las fuertes son las que necesitan más ayuda. A parte de que me pareció muy tierno.

-Naru…–

Un sonido de ramas al romperse me alarmó los sentidos.

-¿Qué ha sido eso?–

Pregunto el rubio.

En ese momento una nube tapó por completo la blanca luna que nos iluminaba dejándonos en la total oscuridad y los ruidos se pronunciaban y acercaban más haciendo que me preocupara.

-Ahh.–

Un gemido y un crujir de huesos se oyeron.

-¿¡Naruto donde estas!?–

Grité al vacio, no me estaba gustando nada todo eso.

-Sas...ahh.-

-¡Naruto!–

Volví a gritar.

Un viento inesperado hizo que la nube negra se moviera dejando paso a la luz nocturna mostrándome la horrible imagen de una gran serpiente enroscada en el cuerpo del rubio.

Me quedé paralizado. Los ojos de Naurto que aun seguían un poco abiertos me miraban implorando ayuda pero mi cuerpo a causa del miedo quedó inmóvil, yo nunca me había enfrentado con una cosa así pero ni el horror ni la magia habían acabado ya que aquella extraña serpiente de ojos amarillentos y piel con brillantes escamas purpuras empezó a deformarse aun con Naruto agarrado entre su gruesa extensión dando paso a un cuerpo humano cada vez más familiar.

Su pálida y fría tez me hizo recordar esos momentos de repulsión que nunca podría olvidar.

-Nos volvemos a ver Sasuke.-

Orochimaru me miraba con cara de satisfacción mientras con su babosa lengua lamia la mejilla de Naruto.

-Vuelves a ser mío pequeño zorrito, añoraba tu sabor.-

-¡Deja en paz a Naruto!–

Grité como nunca lo había hecho, sentí tanto asco y rabia al ver como ese degenerado tocaba la piel de Naruto y... solo pensar que podría hacerle lo que a mi, la sangre me volvía a hervir.

A causa de la gran presión que Orochimaru ejercía en su cuerpo Naruto se desmayó.

-Vaya… se ha desmayado, con lo que me gusta a mi verlos llorar.-

-¡Maldito!–

Empecé a correr hacia su dirección empujado por sus sucias palabras, sentía como si cada una de ellas fueran dirigidas a mí.

Sin ninguna experiencia en combate empecé a golpearle con todas mis fuerzas pero él ágilmente los esquivaba todos dejándome casi sin aliento.

-¿A caso quieres otra ronda?–

Dijo lujuriosamente.

-¡Te voy a matar!–

Mi cuerpo ardía a causa de tanto dolor y rabia, se estaba burlando de mi, de lo que me hizo y también de lo que le hizo a mi hermano. No podía parar de gritar como un loco, a él eso le causaba más risa y eso a mí más rabia.

-¡Cierra tu asquerosa boca!-


Con el puño cerrado le adentré un golpe en el estomago que no pudo esquivar dejándole un momento sin aliento en el cual aproveche para coger a Naruto de sus brazos, cargármelo en la espalda y salir corriendo de allí esperando que la oscuridad de la noche me sirviera como escondite.

-Si crees que huyendo vas a tener una oportunidad de salvarte estas muy equivocado. Me aburre el juego del escondite…-

Por más que corriese las palabras de Orochumaru se escuchaban como si éste estuviera dentro de mi cabeza: sus risas, sus “vais a ser míos”, y alguna que otra palabra obscena. Me estaba volviendo loco.

No pude correr más y dejé a Naruto dentro de un tronco de un gran árbol hueco, después me metí yo pero antes intente arrancar unas cuantas ramas y otras cosas para tapar la entrada.

Solo me quedaba rezar al tan nombrado Dios para que Orochimaru no nos encontrara.

Naurto empezó a toser.

Y como hice la primera vez lo senté en la pared de madera para que pudiera volver un poco más en si.

Lo miraba preocupado.

-Gracias…–

Dijo después de limpiarse la garganta.

-No hay de que, no pensaba dejar que ese carbón te tocara.–

Intenté sonreír para que se tranquilizara pero su reacción no fue la esperada. Su expresión se entristeció.

-¿Todo esto lo haces por ti mismo no?–

Me pregunto él.

-¿Qué dices?

-Lo haces porque una vez no pudiste defenderte y ahora te quieres vengar haciendo que Orochimaru no pueda quitarme el Kyuubi.

No acababa de entender a Naruto pero puede que en parte tuviera razón ya que de alguna manera u otra tenía que vengarme por lo que me hizo, además tenia que hacer lo que me había dicho el Kyuubi, nunca había pensado realmente en Naruto.

-Sabes, puede que en parte tengas razón.-

-Ya veo que otra vez me he equivocado, creí que tu eras diferente, que me entenderías y tratarías como a un igual pero veo que tu también me ves como una cosa sin sentimientos e inferior a ti, un estorbo. Lo mejor seria que te fueras, no te preocupes por mi no creo que me encuentre en este sitio.–

Mintió.

-¿Me debes estar tomando el pelo no?-

-Yo nunca bromeo con esto.-

-¡Como puedes decir esto si ni siquiera sabes lo que pienso de ti! Y tampoco sabes como me siento en estos instantes.-

Me quede casi sin fuerzas para seguir hablando.

-¿Y que piensas de mi?-

-¡Se acabo la conversación!–

Gritó desde fuera Orochimaru.

Arrancó el árbol solo alzando los brazos dejándonos completamente al descubierto.

¿Cómo salvar a Naruto?, no servía para nada, era débil, me sentía débil.

-Se ha acabado el jueguecito pequeño zorrito.

-¡Basta!–

Grité quedando abrazado a Naruto. Era lo único que se me ocurría, si quería el cuerpo de Naruto, tendría que destruir el mío.

-Sasuke apártate ya.–

Me ordenó Orochimaru.

–Me sabría muy mal tener que destrozar tu delicioso cuerpo.-

-Hazle caso.–

También ordenó Naruto.

-No.–

Me supo mal, me supo muy mal decepcionar a Naruto, quería que supiera que él era igual a mí o más especial.

-Estoy esperando.-

-Púdrete.-

-Me pienso follar tu puto cuerpo muerto después de haber succionado el Kyuubi del que estas protegiendo.–

Después de eso empezó a arrollarme patadas.-

Con un chasquido podría hacer que tu corazón se parara y quitarte la vida sin dolor pero prefiero hacerlo a la antigua usanza.

-Sasuke, apártate.-

-No…Ah…-

Tuve que cerrar los ojos.

-Nunca había hecho una cosa… así por otra persona, ¿sabes? Espero que con esto… que así te quede claro…ahh…que creo que tú eres una persona especial, no un monstruo…-

Podía notar como de mi espalda bajaba la sangre.

-Owww, el moreno se acaba de declarar. Acabas de pecar otra vez, no te has dado cuenta de que Naruto es un chico, creo que tendrás que pasarte otra vez por el confesionario.-

Naruto se había quedado estático, con la mirada baja. De repente un calor empezó a emanar del cuerpo del rubio y una fuerza nos empujó unos metros hacia atrás a mí y a Orochimaru dejándonos tirados en el suelo.

Naruto mostraba una cara mucho más animal: ojos color carmesí con pupilas gatunas y unos colmillos realmente afilados, sin dejar de lado esa aura rojiza la cual dibujaba una silueta de zorro.

- El Kyuubi ha salido.–

Grito excitado Orochimaru levantándose al instante, casi babeaba.

-No, no soy el Kyuubi sino Naruto Uzumaki.-

-Es imposible, representa que el Kyuubi no puede aparecer por las noches de luna llena. Pero que más da, pienso extraértelo aunque sea a la fuerza.

Orochimaru salió corriendo como si de un puma se tratase hacia Naruto, mientras corría susurraba no sé que cosas pero Naruto le lanzó una llamarada de energía tirándolo otra vez al suelo, se levanto ileso.

-Como no te esfuerces un poco más no conseguirás ni rasguñarme.-

-Orochimaru de aquí no saldrás vivo, solo tú decides si quieres una muerte rápida o prefieres sufrir tanto o más como lo has hecho con tus víctimas.–

Medio gruño.

Aun estaba tirado en el suelo, me había quedado pasmado ante tanto poder y yo no podía hacer nada, siempre sería débil, solo me quedaba observar.

-¡Prepárate!-

Empezó a correr en dirección a Orochimaru, realmente no parecía el mismo Naruto que yo empezaba a conocer.

En sus manos empezó a formar una gran bola de energía que cuando estuvo a unos centímetros del cuerpo de Orochimaru encastó en su vientre haciendo que este se contrajera y cayera al suelo inconsciente, o ¿muerto?

Se paró y lo miró, la ropa de su estómago había desaparecido dejando solo rastro de su sangre que aun salía de aquella zona, no se movía, un poco menos rabioso su aura disminuyó.

Naruto aun inseguro se acercó a su cara para ver si aun respiraba, mala acción ya que en el momento, el que parecía muerto, abrió los ojos y con su fría y sangrienta mano lo cogió por el cuello haciéndole abrir la boca.

-Jajaja, este truco siempre funciona.–

Decía mientras se le acercaba a los labios. De la boca del rubio empezó a aparecer un remolino rojo que se dirigió directamente a la boca de la serpiente conectándolos de esa manera. ¡Le estaba succionando el Kyuubi!

Como con un acto reflejo rápidamente visualicé un tronco roto del árbol en el cual nos habíamos escondido antes, su forma era la de una estaca, la cogí y corriendo con todas mis fuerzas la clave en la espalda de Orochimaru atravesándole el corazón.

Muere en mi nombre.

Cayo quedando boca abajo, esta vez verdaderamente muerto. Mi respiración estaba agitada a causa de lo que había hecho y Naruto solo hizo una cosa, abrazarme.

-Gracias otra vez Sasuke.-

Continuará.




lunes, 8 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap. 3]

Los personajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursiva.


Capítulo 3: Lo que no sabía.


-Yo hace una semana que estoy aquí encadenado.-

A pesar de tener los pies atados y estar en una cabaña llena de suciedad y ratas, no parecía estar muy débil.

-Y cómo es que te tiene encerrado y no te ha hecho…-

Me callé, sin darme cuenta había hablado demasiado, algo extraño en mi, pero ese chico me había llamado mucho la atención y quería saber más de él.

-Porque está esperando el eclipse lunar.-

Lo miré con cara de interrogación.

-Es que yo… –

Su cara se ensombrecía a medida que iba bajando la mirada.

-Yo tengo “un poder” dentro de mi.-

Soltó al final.

-¿Así que -hice una pausa- eres brujo?
-No, no soy brujo lo que quiero decir es que dentro de mi vive el espíritu de un demonio con aspecto de zorro.–

También hizo una pausa esperando que yo dijera algo pero al no contestar continuó hablando.

-Yo nunca pedí ese ser dentro de mí.-
-¿Y por que el eclipse lunar?
-El Kyuubi, así se llama el demonio, entra en estado letárgico cuando la luna esta completamente tapada y se queda indefenso, es decir, Orochimaru aprovechará la ocasión para forzarme y sacar el demonio que tengo en mí.
-¿Pero eso es bueno no? Serías libre…
-¿Libre? Si Orochimaru consigue el poder del Kyuubi nadie será libre…
-¿Tan poderoso es?
-No te lo puedes ni imaginar.
-¿Y porque no lo utilizas tú?
-Como si pudiera, más bien él me utiliza a mi, cuando quiere controla mi voluntad y sale a flote arrasándolo todo, si no se hubiera pasado tanto la ultima vez no estaría en esta situación… Yo nací en este pueblo y desde el primer momento en que mis padres me vieron ya se dieron cuenta de que yo era especial o mejor dicho, que yo tenía algo especial ya que en mi vientre y mejillas aparecieron unas extrañas marcas a los pocos segundos de salir del vientre de mi madre y de mi piel empezó a emanar una extraña aura rojiza. Durante los dos primeros años de vida que estuve en este pueblo, mis padres siempre me intentaron esconder pero cada vez los destrozos eran mayores y los extraños sucesos y cada vez eran más difíciles de excusar. Lo inevitable no tardó en llegar, me descubrieron en una de mis pequeñas trasformaciones llegando a los oídos de Orochimaru el cual no dudó en intentar detenerme ese mismo día y entonces fue cuando mi padre y mi madre me tuvieron que llevar a "El pueblo de los Malditos", así es como me gusta llamarlo, no se por cual razón conocían su existencia, un pueblo escondido entre las montañas, casi nadie sabia ni sabe de su situación, donde habitan personas como yo: brujos, poseídos, chicos y chicas con poderes sobrenaturales…

La última vez que fui poseído casi destruí medio pueblo, la gente no es que me echara sino que yo mismo me auto desterré, había hecho demasiado daño…

Y acabé llegando a este pueblo, Orochimaru no tardó mucho en notar mi presencia y en encontrarme y así es como he terminado en esta situación.-

Éra extraño saber todo de él y aun no poderle llamar por un nombre.

-Por cierto… ¿cómo te llamas?–

Le pregunté un poco avergonzado.

-Uzumaki Naurto, ¿y tú?-
-Uchiha Sasuke.-
-Pues te diría que encantado pero en realidad en estos momentos me siento de todas formas menos encanto.-
-Lo mismo digo.–

Solté un poco indignado.

Pero realmente si que me había encantado conocerle, nunca pensé que seres tan “extraños” pudieran existir, siempre pensé que eran leyendas e historias para asustar a los mas pequeños.
Todo esto me había hecho cambiar mi forma de pensar y para que negar, había podido olvidar un poco a mi hermano Itachi.

Sacándome de mis pensamientos me di cuenta de que de la grieta ya no salía luz lunar sino que eran rayos de sol. El día había llegado y con él también vendría Orochimaru para llevarme a la plaza del pueblo y…

Di un golpe en la pared.

-¿Qué te pasa?-
-¿No lo ves? ¡Ya es de día y por culpa de distraerme con tu historia no he pensado en nada para poder escapar de este jodido lugar!-
-¡Eh tu! Muy interesado que estabas en escucharme y hacerme preguntitas.-
-¡Tenía de saber quien tenía delante y si eras peligroso!-
-¿Realmente mi aspecto te dice eso? –

Su voz sonaba un poco dolida.

-Pues… -
-Da igual, te ayudaré a salir, es lo mínimo que puedo hacer después de haberte hecho perder el tiempo. Yo no puedo soltarme ya que estas cadenas llevan una especie de sello o conjuro pero igualmente intentaré distraer a Orochimaru cuando venga.-
-Si hubiera podido pensar un plan podría salir yo solo pero ya que tú me has distraído aceptaré tu ayuda.-
-De acuerdo pues haremos lo siguiente… -

Continuara.


domingo, 7 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap. 2]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursvia

Capitulo 2: Frío y repulsivo.

El ambiente tenue y el fuerte sonido del órgano me despertaron, el instrumento me ayudó a deducir que me encontraba dentro de la iglesia del pueblo pero no en el salón donde la gente asistía a misa sino dentro de una habitación oscura únicamente iluminada por unas antorchas que casi habían perdido su llama. La oscuridad de la habitación me impedía ver lo que esta contenía.

Si no recordaba mal, nuestra iglesia a la cual nos hacían, a mi y a mi hermano, ir cada domingo solo tenia una capilla donde se encontraba nuestra imagen de Jesus crucificado y dentro de ella una puerta. ¿Podía ser que estuviera allí dentro?

Me encontraba tirado en el suelo con las manos atadas a la espalda y con los pies también atados, estos juntos.

Cuando pude colocarme de una manera más cómoda mi cerebro empezó a ordenar los acontecimientos y a pensar, rápidamente la imagen de Itachi ardiendo apareció en mi mente, aun podía notar el calor de las llamas que rodeaban a Itachi, abrasando mi piel pero realmente lo que me estaba quemando era el sentimiento de rabia e impotencia que ardía en mi interior, pensar que no pude hacer nada por él a pesar de que él había dado su vida por mi, me daba asco. Las lagrimas empezaron a brotar, “los hombres no lloran decía mi padre”, mi padre, ese señor que nos desterró, también lo desterré yo a él.
Mi futuro era el de Itachi y aunque en esos momentos lo que quería era hundirme en las llamas para poder estas otra vez con él decidí luchar, no dejaría que su muerte fuera en vano.
Ojala pudiera poder notar su cuerpo contra el mío una vez mas. El calor de Itachi siempre me daba las fuerzas que necesitaba para continuar a delante. Le echaba de menos.

Apoyándome con la pared me levante y empecé a palpar las paredes en busca de una puerta pero lamentablemente comencé mi búsqueda demasiado tarde ya que alguien entro, con él llevaba una antorcha nueva, la luz del fuego iluminaba su cara y sus ojos con pupilas alargadas, se trataba de Orochimaru.

-Perfecto, ya te has despertado.–

Dijo con una sonrisa en su rostro.

Se acerco a la parte mas oscura de la cámara iluminándola y mostrando un banco, se sentó.

-Acércate. Oh, perdona, tus pies.-

Dijo seguramente burlándose.

Con un chasquido de dedos deshizo el fuerte nudo que me mantenía atado.

-¿Cómo ha hecho eso?–

Pregunte incrédulo a lo que había pasado.

Me contesto con palabras sino con una sonrisa de medio lado.

-Ahora si, acércate.–

Ordenó señalándome el banco.

-Aquí es donde precisamente se sentó tu hermano. Ahora me lo contaras todo.-


No omitas detalles, cuéntame
cómo os la montabais las dos,


-¿Qué quiere que le cuente?-
-Te estas confesando, así que cuéntame todos tus pecados.-


Si quieres confesar
tu desviación moral,
que eres homosexual,
que entre tus piernas anda Satanás.


-Yo no tengo que confesarle nada.-

Le escupí.

-Realmente eres hermano de Itachi, decís exactamente lo mismo, me pregunto si sabréis igual.-

Miraba el suelo pero al escuchar eso le miré de forma incrédula descubriendo que la suya era lasciva y llena de perversión.

-Voy a darte mi absolución en nombre de Dios y tú a cambio me darás toda tu energía y cuerpo.-


y entonces yo te daré la absolución
desnuda en mi habitación
.


-Usted si que es un demonio.-
-Jajaja, eso es lo que me dijo al principio tu hermano pero ya veremos después. –

Dijo abalanzándose sobre mi y agarrándome con todas y no pocas fuerzas, dejándome completamente inmóvil e indefenso.

-Aquí todos obtendremos lo que querremos. Tú podrás ir con tu querido hermano, yo me divertiré y el pueblo tendrá otro espectáculo más.-
-Eres realmente repulsivo.-
-¿Ya no me hablas de usted?-

La risa se le escapaba por la comisura de su grande boca.-

Bueno menos hablar y mas follar.

Intente escaparme con todas mis fuerzas pero su agarre era demasiado fuerte para mi, no se como cogió la cuerda que estaba a unos metros de nosotros. Me volvió a atar las manos y entonces las suyas, ya libres, se encargaron en unos segundos de sacarme toda la ropa y la suya al mismo tiempo. Su lengua era muy fría y cada una de mis palabras de clemencia eran en vano. Sin preparación alguna me desgarro por dentro haciendo que de mis piernas se deslizaran hilos de sangre.


Sólo nosotros follamos en nombre de Dios.

Después de dejarme casi sin conocimiento me llevo en una cabaña un tanto alejada del pueblo.

-Te estarás aquí hasta mañana y ya sabes lo que te espera.-

Casi desnudo, con los pantalones a medio poner me arrincone en una de las esquinas de esa sucia cabaña.

Nunca pensé que hacer el amor pudiera ser tan repulsivo, yo lo conocía como el acto de manifestar los sentimientos de amor pero eso ya había cambiado. Ahora solo lo recordaba como una cosa sucia y asquerosa llena de dolor y vergüenza.

El silencio de la cabaña fue interrumpido por mi llanto y al cabo de un rato un sonio de cadenas.

Me asuste.

-¿Quién esta ahí?-

Pregunte mirando a la oscuridad de ese lugar.

Se escucharon más sonidos de cadenas.

-No te asustes chico, yo también soy una presa de Orochimaru.-

Lentamente el chico fue acercándose hacia la única luz lunar que había en el lugar procedente de una grieta de la cabaña.

Unos impresionantes ojos azules me dejaron paralizado, nunca había visto un color así, y su cabello dorado como la paja con la luz de la luna le daba un aspecto aun más mágico, dudé de su humanidad y para acabar de salir de cuentas en sus mejillas tria unas marcas, tres a cada lado.

Me aparte un poco.

-No tengas miedo, no soy ningún monstruo. Solo soy extranjero… –

Me soltó él, su voz parecía triste.

Le creí.

Me acerque a él quedado solo a un metro.

Estaba encadenado de pies y manos y su torso estaba desnudo. En ese momento me di cuenta de que su piel al contrario a la mía era dorada, en su vientre tenia una extraña marca que le rodeaba el ombligo.

-¿Por qué estas aquí?–

Me pregunto.

Me hacia demasiada vergüenza contestare, así que no dije nada.

-Yo hace una semana que estoy aquí encadenado.


Continuara.

viernes, 5 de agosto de 2011

En nombre de Dios. [Cap. 1]

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto y la canción, En nombre de Dios, la cual ayuda a comprender y llenar el fan fic a Mägo de Oz.

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: NarutoxSasuke, ItachixSasuke, OrochimaruxSasuke etc..
Generos: AU, romance, fantasia, Songfic, tragédia, religión,
Advertencia: Muerte de un personaje, lime/lemon, iincesto y violación
No recomendado para menores de 13/16 años dependiendo del capitulo.
Escrito en: 17/07/09
Finalidazo: No

Frases de la canción estan en cursvia.



Aqui el link por si alguien quiere escucharla. En nombre de Dios cantada por Mägo de oz.

http://www.youtube.com/watch?v=jslT9dpK7V0

Capítulo 1: El amor fue mi condena.

La oscuridad del granero en que nos encontrábamos tapaba nuestros lujuriosos actos y el heno y la paja que nos cubría y envolvía nos hacia de lecho.

-Hermano esto no está bien.-

Le dije entre suspiros.

-Aunque me lo pidieras, querido hermano menor no puedo parar en estos instantes, sabes que desde hace mucho tiempo deseaba poder tenerte entre mis brazos y ahora que me lo has concedido no tienes derecho a pararme.–

Dijo con sus largos cabellos color azabache cubriéndole la cara y a la vez acariciándome la mejilla.

-Te deseo pequeño mío.–

Me besó como no lo había hecho nunca.

Nuestros pálidos cuerpos ya desnudos retozaban y daban vueltas en la dorada y mullida paja.

Hicimos cosas que nunca creí que nuestras cristianas manos permitirían.

Pero la pasión y lujuria de nuestros actos era tan grande y su “olor” tan fuerte que no la pudimos esconder durante mucho tiempo.

En otra de nuestras oscuras noches de deseo yo y mi querido hermano mayor Itachi nos encontrábamos bañándonos en el lago, este era un hermoso y inmenso lago con una cascada. De noche la luna y las estrellas siempre estaban reflejados en el, realmente parecía que te bañabas en el cielo. A sus alrededores siempre había flores deliciosamente perfumadas y matorrales llenos de frutas silvestres.

-Sasuke.–

Me llamó por ni nombre.

-Dime hermano. –

Le conteste abrazándole y acariciándole la espalda con la ayuda del agua.

-Creo que mi amor por ti ha pasado de la raya de lo fraternal.

Sus dedos rozaban mis labios.

Mi rubor era presente y mi corazón parecía que iba a estallar. Sus manos empezaron a rozarme todo el cuerpo y mi boca no podía dejar de lado los estímulos que salían en forma de gemidos de ella.

Dentro de la oscuridad de los matorrales que adornaban ese bello lugar una luz anaranjada perfilaba con más intensidad sus siluetas.

Personas con antorchas encendidas se acercaban al lago.

-¡Demonios!-

Una voz hombruna asustó algunos pájaros y o murciélagos, que reposaban entre las ramas de los distintos árboles, y a nosotros.

Nos separamos.

-En nombre de Dios, que horror. –

Exclamó otro.

Algunos hombres se tapaban la cara en sentido de vergüenza y asco.

-Estos… estos no son mis hijos. ¡Los ha poseído el diablo!-

Acabó diciendo nuestro padre

-¡A la hoguera! -

Era lo que faltaba por oír.


El fuego purificará
todo pecado que tu cuerpo cometió.


-¡Sasuke huye! –

Me ordenó mi hermano.

-Yo les entretendré. -

Desnudo, sin tiempo a poder taparme con mis prendas, salí corriendo de allí y mi hermano se quedó solo ante ellos.

Corrí y corrí perdiéndome entre los árboles y sombras de ese oscuro y aterrador bosque el cual nunca me había adentrado antes. Muerto de frio y miedo me escondí dentro de un tronco de un gran árbol. Me quedé dormido al cabo de un tiempo.


A la mañana siguiente unos primerizos rayos de sol me acariciaron los ojos despertándome de aquel húmedo lugar.

Mi cuerpo estaba lleno de barro y mis pies un poco heridos a causa de las ramas y piedras que iba encontrando mientras corría ayer por la noche.

Tenía que ver a Itachi y sabía dónde estaba.

Otra vez volví a correr, esta vez en dirección al lago, mis prendas tenían que seguir allí.

Ya vestido me dirigía al pueblo pero no sin antes conseguir algo con el que tapar mí buscado rostro ya que ahora para la gente era un brujo súbdito de Satanás.

Encontré una capa que en su día había sido blanca pero el paso de los años había cambiado su color a otro mucho mas feo y sucio. Esta tenía capucha la cual me puse.

Efectivamente un cúmulo de gente se encontraba en la plaza del pueblo y en el centro de esta aunque estuviera lejos podía ver el palo alzado en vertical donde ataban a los supuestos brujos para luego quemarlos.

Los abucheos no tardaron en flotar en el aire y un sanguinolento hermano se encontraba casi sin poder caminar dirigiéndose a esa horrorosa parte de la plaza.

Empujando a la gente intentaba poder llegar delante de todos.

El suelo estaba lleno de cenizas y carbón y algún que otro hueso casi carbonizado.

Empezaron a atar duramente a Itachi a ese gran palo alzado.

Sus ropas no eran las mismas a las que solía llevar, estas eran negras y holgadas y en su frete llevaba una corona de espinos. Su hermosa cara estaba llena de sangre y golpes, las lágrimas no paraban de salir de ella.

Entonces apareció un sacerdote con ojos de serpiente, este llevaba una túnica negra y púrpura.
Empezó lo que ellos llamaban “La misa de purificación de almas”.

El sacerdote llamado Orochimaru se encontraba delante del condenado pero de cara al público y empezó a decir unas palabras.

-Ayer por la noche dos demonios cuyos nombres ya sabéis y no quiero pronunciar fueron descubiertos proclamando su maldad.

La gente no paraba de hablar en voz baja provocando un gran rumor.

-¡Silencio! Uno de los dos brujos fue capturado. Intenté con "la palabra de Dios" [Nota de autora: estas palabras tendrán un significado mas adelante, no las olvidéis.] hacerlo volver pero inevitablemente esta alma ya pertenece al mal y por eso su alma debe ser purificada.


Acepta a Cristo y muere en nombre de Dios.
¡Muere en nombre de Dios!


-La ira de Dios purificará su alma que será agotada entre llamas y enviada al cielo.


La hoguera te hará a ti el amor.
Con la lujuria te condenarás.


Dichas estas palabras el siervo de Dios mandó encender la madera de los pies de Itachi.

El color naranja y el rojo inundaba mis ojos haciéndolos destellar, Itachi estaba sufriendo pero su orgullo le impedía dejar salir a la luz su dolor, no les daría el gusto a los observadores que siempre cuando estas escenas se producían aplaudían y reían a carcajadas.

Las llamas empezaban a prenderse en sus piernas e Itachi empezó a morderse el labio, no podía soportar tal escena.
Sin decir nada salté en las llamas y empecé a desatar a mi hermano.

Uno de los presentes intentando detenerme. Cogió la capa que llevaba puesta arrancándomela y dejando ver quien era.

-Sa…suke, tienes que irte. -
-No pienso dejar que te quemes, no pienso dejar que mueras hermano porque yo te amo.-
-Estas palabras me hacen feliz… yo también te… -

Perdió el conocimiento ante tanto dolor y a mi me cogieron de los brazos y me dieron un golpe que me dejó inconsciente.

Continuará.

Aqui el primer capitulo de este fan fic. Espero que os guste.