Advertencia: Lemon +18
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Aun no puedo acostumbrarme a abrir los ojos y ver su cabello rubio rozando la punta de mi nariz. Me hacía sentir extraño a la vez, si, podría decir que feliz.
Lentamente fui abrazando la cintura del rubio, la cual estaba cubierta por un pijama. Si, era recatado incluso cuando se trataba de dormir. Y con cuidado, puse mis labios en su nuca, dándole un beso, el cual no le hizo despertar.
Esas cosas solo las podía hacer cuando dormía. Sino no me atrevía. Me sentía incomodo. Raro, novato...Odiaba no saber jugar las cartas y Nathaniel estaba ansioso por hacer una partida.
En el fondo yo tambien pero...¡Joder, no me sentía preparado!
En el fondo yo tambien pero...¡Joder, no me sentía preparado!
Es que..¡joder...! besaba tan bien. El maldito siempre hacia que mis rodillas temblasen hasta el punto de hacerme ver como un virgen. Solo de imaginar como su lengua recorría mi boca me hacia sudar y calentar.
Ya llevábamos casi medio año y no habíamos pasado de las caricias y besos.
En otras circunstancias me habría burlado de la pareja en si, pero el que se encontraba en esa situación era yo...
Ya llevábamos casi medio año y no habíamos pasado de las caricias y besos.
En otras circunstancias me habría burlado de la pareja en si, pero el que se encontraba en esa situación era yo...
Me pegue más a su cuerpo y estruje su ropas de pijama. Quería sentirlo cerca, olerlo y notar la temperatura de su piel. Aunque pensar que lo que hacia yo lo había hecho alguna vez Debrah, me hacia recular. Me tumbe boca arriba en la cama notando mis mejillas calientes, cosa que no pude soportar. Sería vergonzoso y patético si Nathaniel me viera así. No quería que se creyera que podía moldearme como le apeteciera... ¡Ya me había hecho cambiar suficiente!
Me levante de un salto y fue al baño. Me mire al espejo. Tenia el pelo lleno de enredos y parecía ser que las raíces empezaban a verse oscuras.
-Que fastidio..- Murmuré mientras me peinaba un poco.
Al regresar a la cama Nathaniel ya se había levantado. Estaba sentado en el borde de la cama, parecía pensativo y su mirada estaba perdida.
Debajo de ese pijama aun quedaban algunas marcas, sin dejar de lado las de su interior.
En silencio me acerque a él y le abrace.
-Cómo te odio...por hacerme esto...- Murmure mientras le estrechaba contra mi pecho. Por mas que no lo quisiera, hacia lo que quería conmigo.
El rubio, sin decir nada, correspondió mi abrazo y hundió su rostro en mi cuello. Se levanto para poder abrazarme mejor aunque algo me saco del ambiente y me aparte al instante.
-¡Joder.. Nathaniel podrías avisar...!- De nuevo me sentía acalorado. El delegado había tenido una ereccion matutina y le había dado los buenos días a mi jodida pierna..
-Ni que fuera la cosa mas rara del mundo....- Dijo mirándome con el con el fruncido. Se aparto de mi al instante y se fue al baño.- Mejor que no entres... si no quieres ver como me masturbo.. yo solo...- Se notaba un poco su fastidio.
Me senté en la cama, justo donde había estado el rubio anteriormente. Si mi pareja me hiciera lo que yo a él, me cabrearía bastante, probablemente mucho, pero no podía hacer nada, aun.
Cogí mi mp3 y sin mas me tumbe en la cama, intentando no pensar. Suspire. Sabía que esto iba a ser dificil.
Todo había pasado tan rápido. Pero si no era de esta forma, ahora Nathaniel ya no estaría aquí y eso no quería que pasara. Todo menos eso.
Tal vez debía de disculparme cuando Nathaniel saliera del baño...o no. Debía ser paciente. Le dije que seria dificil...
Cuando salió del baño llevaba una toalla en la cintura y otra en los hombros, aun le daba verguenza enseñar aquello...Me lo quede mirando, viendo como por todos los medios intentaba no enseñarme su piel.
Me levante y le quite la toalla de los hombros.
-Ya vale Nathaniel, me haces sentir un extraño cuando haces esto...-
Entonce me miró con su entrecejo aun mas fruncido, quitándome la toalla de las manos.
-Ya se que no es lo mismo pero ¿como crees que me haces sentir cuando me apartas de ti de esa forma?- Suspiro y rápidamente se tapo el torso con una de sus camisetas, esta vez una de azul claro, un poco mas informal.
No me confesé, simplemente fui a ducharme. Habíamos quedado en el medio día con los demás para ir al centro comercial para pasar el día.
***
El lugar de encuentro era un banco del parque que se había convertido en nuestro punto de queda habitual. Allí ya estaban Kentin y Sucrette hablando animosamente.
Sucrette al vernos sonrió y nos saludó como siempre, con energía. Aun me sabía un poco mal cuando la veía de esa forma. Me preguntaba si realmente lo hacía con toda sinceridad o no. Enseguida nos saludó el castaño y nos sentamos con ellos a esperar a los que quedaban.
Al cabo de poco llegaron Armin y Alexy. Discutían.
-¡Por culpa de no dejar el juego a medias hemos vuelto a llegar tarde!
-No podía dejar el juego. Me faltaba muy poco para pasar de nivel. ¡Hubiera sido un sacrilegio irse en ese punto!
-¡Eres un plasta!- Dijo mientras lo empujaba.
-¡Y tu un violento!-
El gemelo moreno se aparto enseguida de él iendo corriendo detrás de Kentin, sonriendo picaramente mientras miraba a su otro gemelo, el cual lo miro aun con más odio.
-No me metáis en medio, por favor..- Dijo Kentin mientras intentaba sacarse de detrás a Armin.
Y Nathaniel suspiro.
-Ya vale, nadie se meterá en medio de nada, es suficiente. ¿Habeis llegado, no? Pues ya esta.-
-E incluso aquí no puedes dejar de ser el delegado...- Murmure mientras le miraba de reojo.
El rubio no me contesto, ignorándome por completo, haciéndome quedar en ridículo, cosa de la cual se percataron casi todos.
A pesar de todo sus palabras fueron efectivas. Dejaron de discutir y dejaron en paz a Kentin.
-Y solo falta Lysandro... Que novedad....- Murmuró fastidiado Armin mientras sacaba de su bolsillo su consola.
-Probablemente se haya despistado..- Murmure mientras miraba a mi alrededor, ara ver si lo veía de lejos. Y efectivamente... se encontraba en otro banco. -¡Lysandro!- Grite, llamando su atención. Sin mas se acerco a nosotros y saludó como si nada había pasado. Siempre tan digno.
No le dimos muchas vueltas, era una cosa habitual ya. Desde lo pasado con Nathaniel nos habíamos vuelto un pequeño grupo que a veces era más grandes y otras no tanto pero contábamos mas los unos con los otros y nos llevábamos un poco mejor, o eso creía. Mire de nuevo a Nathaniel, el cual se había ido a hablar con Sucrette.
-¿Sucede algo?- Pregunto Lysandro al verme mirar tan intensamente al rubio.
-...No.- Tarde demasiado en contestar.
-Eres un mentiroso.-
-¡Cállate ya! Son cosas que no te incumben.-
-Ya, no puedo meterme en tus discusiones de pareja pero tal vez ser mas humilde te ayudaría un poco...- Dijo sin cambiar su expresión. Yo simplemente chasquee la lengua.
Al llegar nos paseamos un poco por los distintos lugares del centro, mirando los escaparates de las tiendas, intentando no perder a Alexy, pues sus pies se iban hacia dentro de cada tienda de ropa que encontrábamos hasta que llegamos al cine.
-¡Hey! ¿Por qué no vamos a ver ultima que han sacado de Marvel? -Comento emocionado Armin.
-¡Si! Es buena idea, a parte de que así descansamos un poco, hace ya un buen rato que estamos caminando.-
-Que floja eres...- Me metí una vez mas con ella. Sucrette simplemente me sacó la lengua. Despues de esto tonos nos dirigimos hacia dentro para comprar las entradas y luego las palomitas y demás.
Dentro del cine nos sentamos un poco como nos dio en gana, era de las ultimas semanas que la daban y casi no había gente. A mi no me apetecía mucho ver la peli, así que me puse detrás. En cambio Armin se puso en frente de todos, junto a Sucrette y Lysandro quienes tambien parecían querer verla. Mire como Alexy y Kentin tambien se ponían detrás. A esos dos se les notaba demasiado.
Y luego estaba Nathaniel, quien se había puesto justo donde la entrada le ordenaba.
-Pst...- Intente llamar su antención. -Nathaniel...- Murmuré mientras el rubio parecía ignorarme o no escucharme. -¡Nathaniel!
Se giró. Le sonreí levemente y con la mano hice un movimiento para que se cambiara de sitio y viniera a mi lado, pero el negó con la cabeza.
-Venga...- Intenté suavizar la mirada.- -Casi no hay nadie.. y ya no van a venir...-
El rubio suspiro algo asqueado y se levanto, viniendo a mi lado. No dude en poner mi brazo en su hombro, rodeando le aunque el rubio no se relajó, estaba rígido y tenso, mirando los anuncios de las otras películas como si fueran lo mas interesante del mundo. Yo, solo podía mirarle a él, obviamente de reojo, pensando en que si fuera una chica ya estaría comiéndole la boca sin pensarmelo dos veces pero...
Y de repente escuche un pequeño grito, casi ahogado. Mire de donde provenía. Había sido Kentin el cual estaba mirando a Alexy, agarrándole los brazos.
-Aquí no...- Creí entender.-
-Venga, solo un poco, nadie nos ve...- Murmuró el otro.
No podía ver la cara del peliazul, estaba tan pegado el cuello de Kentin que...-.
-Alexy...-
Y a partir de allí ya no pude escuchar nada mas, pues sus bocas se unieron y empezaron a besarse de una forma que hubiera calentado el mismísimo papa de Roma. Como se las gastaban esos dos...No podía entender como el hijo de un militar tuviera tan poco orgullo como para hacer esto en público y de esa manera...
Pero la verdad es que le tenía envidia.
Una vez terminada la película fuimos a comer. Escogí yo, fuimos a un McDonals. La entrada del cine ya había sido muy cara, ahora tocaba algo barato.
-Oh mierda...- Murmuró Kentin.-
-¿Qué pasa?- Pregunto Sucrette mientras comía una de sus patatas.- Si pago mi menú no tendré suficiente dinero para volver...- Suspiró el castaño mientras miraba a la chica.
-Yo te dejaría pero estoy igual que tu..- Dijo apenada.- Si quieres podemos compartir algo.- Le propuso mientras le acercaba la bolsa de patatas fritas.-
-No será necesario, ya le dejo el dinero.- Saltó de repente Alexy quien le pregunto un par de euros.-
Ambos, se miraros y simplemente Kentin accedió.
-Gracias.-
-No hay de que.-
Otra vez. No lo entendía. ¿Y su orgullo de hombre? Creía que Kentin había cambiado, seguía siendo un pelmazo.
En en un momento dado nos encontramos en el baño.
-Os he visto.- Murmure aun apuntando en el orinal con Kentin a mi lado.-
Se tensó tanto que incluso dejo de mear. De verdad que seguía siendo el mismo.
-¿A que te refieres?- Dijo en un hilo de voz, terminando rápido de mear.
-A tu y Alexy en el cine.- La verdad es que no era muy dificil no veros....- Seguí..-
-Escucha yo...-
-No necesito tus explicaciones. Mete tu polla donde quieras y a quien quieras pero...¡ten mas orgullo!
-¿Eh? ¿Orgullo?- Parecía no entenderme.
-¿Dejar que tu pareja te pague la comida? ¿Meteros mano en el cine?
-¿Y que tiene de malo?- Me miraba con una pequeña mueca.-Y bueno.. no es que seamos pareja pero...-
-Ya te dije que eso mi no me importa solo que...joder es que encima es un tío!
-No puede ser...¿Estas saliendo con Nathaniel y piensas así? Nathaniel es un tío, lo sabes?
-Claro que lo se pero yo...
Me estaba dejando llevar por mis emociones y ahora estaba en un callejon sin salida. Le había contado mi más profunda preocupación a quien una vez me había burlado de una forma muy desagradable. Ahora era un blanco jodidamente fácil. Ya se había burlado de Amber una vez y ahora podía hacerlo conmigo.
Nos quedamos cara a cara aunque no lo miré a los ojos hasta cierto tiempo, viendo que él me estaba mirando directamente.
-¡Me estas poniendo nervioso! Si quieres burlarte de mi, hazlo!
Suspiró.
-La verdad, no me dan ganas de burlarme. Mas que nada, me da pena Nathaniel...Sé que te quiere mucho y tu solo le das largas. ¿A caso no lo quieres?-
-¿¡Tu que crees!?-
-Pues no se que creer. Estas despreciando a tu pareja diciendo lo que dices...
Me quede callado sintiendo como la rabia y la verguenza subían por mi rostro hasta ponérmelo rojo, cosa de la cual se dio cuenta el castaño y lo hizo recular un poco. Tenía razón. Era como su lo estuviera despreciandolo únicamente por ser hombre. No tenia la culpa de que aun no hubiese aceptado que esta vez estaba saliendo con un hombre y que debía dejar de lado todas las cosas homófobas que había dicho en el pasado y todo ese orgullo que en verdad no servia para nada.
Di un golpe en los azulejos de aquel baño.
-¿Crees que no lo se!?- Maldita sea Kentin...
-¿Y crees que dar estos golpes te hace mas hombre? Eres patetico Castiel. Creía que habías cambiado un poco pero esa chulería tuya va a hacer que Nathaniel te deje o que tal vez nos deje a todos. Si de verdad le quieres, piénsalo. Yo, al principio me sentía igual que tu. Nunca me había planteado salir con un chico pero desde que Alexy se me declaro lo estuve pensando y me di cuenta de que valía la pena intentarlo. Aun no he aceptado del todo sus sentimientos pero lo haré, lo haré cuando sepa la manera de decírselo a mi padre...-Suspiro.- Tu no tienes ningún problema, tus padres ya lo saben y todo el mundo te acepta tal y como eres a pesar de ser un cabrón de lo más plasta. ¡El único problema que siempre has tenido eres tu mismo!-Gritó.
Se había alterado pero parecía haberse sacado de encima algo muy gordo. Yo quede en shock porque en el fondo sabía que tenia razón. No le dije nada mas, salí del baño y volví con los otros, los cuales ya estaban terminando de comer.
-Despues de aquello me di cuenta de que si que había cambiado y que tal vez era mas hombre que yo...-
Recogimos y paseamos un rato mas hasta que empezó a hacer algo de frío a la vez que la luz del sol menguo hasta quedar el paisaje con un aire anaranjado.
-Chicos creo que yo ya me iré para casa.- Comento Sucrette la cual parecía empezar a tener frío.
-Si, yo tambien, tengo que terminar unas canciones...Permiteme acompañarte de vuelta- Siguió Lysandro.
-Claro, gracias.-
-Bueno, pues si es así, yo tambien me iré. -Siguió Armin mientras se llevaba las manos detras de su cabeza, como siempre solía hacer. -¿Vienes conmigo o....?- Pregunto a su hermano.
-Alexy me ha dicho que me acompañara un rato mas por aquí...-
-¿Eh? Ah si es verdad, que quiere que le ayude a comrparse unas camisetas.- Contesto con una sonrisa, bastante animado.
-Vale, como queráis, bueno pues me voy.- Siguió Armin despidiendose con la mano.
-¿Y vosotros dos?- Pregunto Sucrette.-
-Supongo que ya nos iremos para casa tambien.- Dije, seguía algo desanimado.
Nathaniel simplemente asintió y sin mas cada uno fue por su lado.
***
-Tal vez debería irme a mi casa hoy...- Murmuro Nathaniel.
-¿Y eso?- Pregunté mirándolo, sin dejar ambos de caminar.-
-No soporto estar en esta tensión...- Susurro, casi inaudible.
-Como quieras..-dije sin pensar, arepintiendome en el mismo instante. La verdad es que no quería que se fuera hoy ni nunca de estar en mi casa.
Entonces seguimos caminando hasta llegar al cruce donde nos teníamos que separar para ir a nuestras respectivas casas.
-Bueno... hasta otra..- Siguió murmurando, sin saber muy bien como despedirse de mi, mantenía la distancia. Aquello era muy doloroso, era como si por cada paso que daba, hacía recular dos al rubio y no quería eso. Cada vez lo volvía mas inseguro, mas temeroso y eso era lo contrario a lo que quería para él.
No podíamos seguir así.
Tome su mano y lo estire hacia mi, haciéndolo chocar contra mi cuerpo. No dude en abrazar su cintura y besar sus labios.
-Ven a mi casa...- Susurre dándole otro beso.
Nathaniel el cual me miraba con sorpresa y un leve sonrojo estuvo de esa forma por unos largos segundos, luego asintió y aun con ese mismo silencio nos fuimos para mi piso.
Una vez allí el ambiente se sentía extraño. Nathaniel se quedo parado al lado de la puerta y yo solo intentaba distraerme acariciando desesperadamente a Diablo, el cual, lo agradecía.
-¿Qué te pasa?- Terminó por preguntar.
-¿A mi? Nada... ¿Qué quieres que me pase...?-
-Dices que te da igual si me voy a mi casa o no y luego me pides que venga...no sueles ser indeciso...-
Deje el perro y lo mire.
-Incluso yo puedo serlo. Tengo mis indecisiones, mis preocupaciones y miedos. Me equivoco. Mas de lo que querría....- Me acerque a él y acaricie su mejilla.-
-Perdóname Nathaniel... he sido un capullo en muchos sentidos..-
-El rubio tomo mi mano y la beso antes de volver a ponérsela en la mejilla.-
-Todo el mundo sabemos que eres un capullo pero que lo reconozcas, es algo nuevo.Y te perdono, aunque por ciertas cosas no tienes que pedirme perdón. Cada uno va a su ritmo...- Desvió su mirada levemente.
-No, si que te quiero pedir perdón porque lo he estado dejando de lado a pesar de que si tengo ganas. Simplemente, simplemente estoy siendo un estúpido que se deja llevar por un pensamiento que no tiene sentido...-
Despues de decir todo aquello me sentí liviano y a la vez un poco excitado por el sentimiento de ser sincero y sin ningún tipo de tapujos.
Lo abrace muy íntimamente y besé el lóbulo de su oreja.
-Y no disfrutar plenamente de esos besos que me dejan sin fuerza en las piernas y me la ponen dura...- Pude sentir como un calor subía por mi vientre solo por imaginarme sus fogosos labios succionar y arrastrar a su gusto los míos. - Y tu olor llevarme a un maldito trance...-Hundí mi rostro en su cuello notando como lentamente iba accionando una palanca que tal vez no tuviera opción de remitir si seguía así.
-Castiel, si sigues así yo no sé si...- Podía sentir como su temperatura subía y su respiración se aceleraba.
-¿Sabes? No sabía que te podías poner así por unas simples palabras.. -Reí un poco divertido y le mire. Quería ver su cara. La cual fue un maldito chispazo el cual me calentó por completo.
-Jodido delegado...- Lamí sus labios y poco mas. Nathaniel me tomo del rostro y empezó a besarme. No pude evitar suspirar. Estar cachondo de verdad lo hacía aun mas bueno moviendo la lengua y la boca.
Fue empujándome, aprovechando mi debilidad para tirarme en la cama y él conmigo y mirarme como si no hubiera comido en años.
-Te gustará...- Susurro mientras me daba un último beso y lentamente iba subiéndome la camiseta para lamer y besar mi abdomen.
Yo no podía decir nada, simplemente morderme la lengua para no jadear como un gato en celo. Su mirada, me ponía aun mas caliente. Agarre con fuerte las sabanas y mire al techo estremeciéndome cuando pellizco uno de mis pezones.
-¡Joder..! -Gemí mientras ya no podía aguantar mas aquella aceleración en mi cuerpo. Tal vez si que habíamos esperando demasiado. Uno no puede vivir solo de pajas y menos si tiene a alguien le guste cerca.
El rubio siguió bajando hasta pararse en mi obligo, el cual relamió mirándome en deseo, como si quisiera advertirme de lo que iba a hacer.
Se paró delante de mi paquete, el cual estaba demasiado hinchado y lentamente, jugando, torturándome, deslizo sus dedos por él hasta llegar a mi cinturón, el cual quito y luego desabrocho hasta dejármelo por las piernas.
Le mire. Podía ver sus ganas. No paraba de morderse los labios y esa mirada... joder, correrme solo por eso si que me costaría mi hombría.
Despues de quitarme los pantalones se puso entre mis piernas y dejo caer su aliento allí, aun tapado con mi boxer.
-Ya vale, joder Nathaniel.- Me estaba volviendo loco y los nervios me estaban matando.
Me levante de un salto y fue al baño. Me mire al espejo. Tenia el pelo lleno de enredos y parecía ser que las raíces empezaban a verse oscuras.
-Que fastidio..- Murmuré mientras me peinaba un poco.
Al regresar a la cama Nathaniel ya se había levantado. Estaba sentado en el borde de la cama, parecía pensativo y su mirada estaba perdida.
Debajo de ese pijama aun quedaban algunas marcas, sin dejar de lado las de su interior.
En silencio me acerque a él y le abrace.
-Cómo te odio...por hacerme esto...- Murmure mientras le estrechaba contra mi pecho. Por mas que no lo quisiera, hacia lo que quería conmigo.
El rubio, sin decir nada, correspondió mi abrazo y hundió su rostro en mi cuello. Se levanto para poder abrazarme mejor aunque algo me saco del ambiente y me aparte al instante.
-¡Joder.. Nathaniel podrías avisar...!- De nuevo me sentía acalorado. El delegado había tenido una ereccion matutina y le había dado los buenos días a mi jodida pierna..
-Ni que fuera la cosa mas rara del mundo....- Dijo mirándome con el con el fruncido. Se aparto de mi al instante y se fue al baño.- Mejor que no entres... si no quieres ver como me masturbo.. yo solo...- Se notaba un poco su fastidio.
Me senté en la cama, justo donde había estado el rubio anteriormente. Si mi pareja me hiciera lo que yo a él, me cabrearía bastante, probablemente mucho, pero no podía hacer nada, aun.
Cogí mi mp3 y sin mas me tumbe en la cama, intentando no pensar. Suspire. Sabía que esto iba a ser dificil.
Todo había pasado tan rápido. Pero si no era de esta forma, ahora Nathaniel ya no estaría aquí y eso no quería que pasara. Todo menos eso.
Tal vez debía de disculparme cuando Nathaniel saliera del baño...o no. Debía ser paciente. Le dije que seria dificil...
Cuando salió del baño llevaba una toalla en la cintura y otra en los hombros, aun le daba verguenza enseñar aquello...Me lo quede mirando, viendo como por todos los medios intentaba no enseñarme su piel.
Me levante y le quite la toalla de los hombros.
-Ya vale Nathaniel, me haces sentir un extraño cuando haces esto...-
Entonce me miró con su entrecejo aun mas fruncido, quitándome la toalla de las manos.
-Ya se que no es lo mismo pero ¿como crees que me haces sentir cuando me apartas de ti de esa forma?- Suspiro y rápidamente se tapo el torso con una de sus camisetas, esta vez una de azul claro, un poco mas informal.
No me confesé, simplemente fui a ducharme. Habíamos quedado en el medio día con los demás para ir al centro comercial para pasar el día.
***
El lugar de encuentro era un banco del parque que se había convertido en nuestro punto de queda habitual. Allí ya estaban Kentin y Sucrette hablando animosamente.
Sucrette al vernos sonrió y nos saludó como siempre, con energía. Aun me sabía un poco mal cuando la veía de esa forma. Me preguntaba si realmente lo hacía con toda sinceridad o no. Enseguida nos saludó el castaño y nos sentamos con ellos a esperar a los que quedaban.
Al cabo de poco llegaron Armin y Alexy. Discutían.
-¡Por culpa de no dejar el juego a medias hemos vuelto a llegar tarde!
-No podía dejar el juego. Me faltaba muy poco para pasar de nivel. ¡Hubiera sido un sacrilegio irse en ese punto!
-¡Eres un plasta!- Dijo mientras lo empujaba.
-¡Y tu un violento!-
El gemelo moreno se aparto enseguida de él iendo corriendo detrás de Kentin, sonriendo picaramente mientras miraba a su otro gemelo, el cual lo miro aun con más odio.
-No me metáis en medio, por favor..- Dijo Kentin mientras intentaba sacarse de detrás a Armin.
Y Nathaniel suspiro.
-Ya vale, nadie se meterá en medio de nada, es suficiente. ¿Habeis llegado, no? Pues ya esta.-
-E incluso aquí no puedes dejar de ser el delegado...- Murmure mientras le miraba de reojo.
El rubio no me contesto, ignorándome por completo, haciéndome quedar en ridículo, cosa de la cual se percataron casi todos.
A pesar de todo sus palabras fueron efectivas. Dejaron de discutir y dejaron en paz a Kentin.
-Y solo falta Lysandro... Que novedad....- Murmuró fastidiado Armin mientras sacaba de su bolsillo su consola.
-Probablemente se haya despistado..- Murmure mientras miraba a mi alrededor, ara ver si lo veía de lejos. Y efectivamente... se encontraba en otro banco. -¡Lysandro!- Grite, llamando su atención. Sin mas se acerco a nosotros y saludó como si nada había pasado. Siempre tan digno.
No le dimos muchas vueltas, era una cosa habitual ya. Desde lo pasado con Nathaniel nos habíamos vuelto un pequeño grupo que a veces era más grandes y otras no tanto pero contábamos mas los unos con los otros y nos llevábamos un poco mejor, o eso creía. Mire de nuevo a Nathaniel, el cual se había ido a hablar con Sucrette.
-¿Sucede algo?- Pregunto Lysandro al verme mirar tan intensamente al rubio.
-...No.- Tarde demasiado en contestar.
-Eres un mentiroso.-
-¡Cállate ya! Son cosas que no te incumben.-
-Ya, no puedo meterme en tus discusiones de pareja pero tal vez ser mas humilde te ayudaría un poco...- Dijo sin cambiar su expresión. Yo simplemente chasquee la lengua.
Al llegar nos paseamos un poco por los distintos lugares del centro, mirando los escaparates de las tiendas, intentando no perder a Alexy, pues sus pies se iban hacia dentro de cada tienda de ropa que encontrábamos hasta que llegamos al cine.
-¡Hey! ¿Por qué no vamos a ver ultima que han sacado de Marvel? -Comento emocionado Armin.
-¡Si! Es buena idea, a parte de que así descansamos un poco, hace ya un buen rato que estamos caminando.-
-Que floja eres...- Me metí una vez mas con ella. Sucrette simplemente me sacó la lengua. Despues de esto tonos nos dirigimos hacia dentro para comprar las entradas y luego las palomitas y demás.
Dentro del cine nos sentamos un poco como nos dio en gana, era de las ultimas semanas que la daban y casi no había gente. A mi no me apetecía mucho ver la peli, así que me puse detrás. En cambio Armin se puso en frente de todos, junto a Sucrette y Lysandro quienes tambien parecían querer verla. Mire como Alexy y Kentin tambien se ponían detrás. A esos dos se les notaba demasiado.
Y luego estaba Nathaniel, quien se había puesto justo donde la entrada le ordenaba.
-Pst...- Intente llamar su antención. -Nathaniel...- Murmuré mientras el rubio parecía ignorarme o no escucharme. -¡Nathaniel!
Se giró. Le sonreí levemente y con la mano hice un movimiento para que se cambiara de sitio y viniera a mi lado, pero el negó con la cabeza.
-Venga...- Intenté suavizar la mirada.- -Casi no hay nadie.. y ya no van a venir...-
El rubio suspiro algo asqueado y se levanto, viniendo a mi lado. No dude en poner mi brazo en su hombro, rodeando le aunque el rubio no se relajó, estaba rígido y tenso, mirando los anuncios de las otras películas como si fueran lo mas interesante del mundo. Yo, solo podía mirarle a él, obviamente de reojo, pensando en que si fuera una chica ya estaría comiéndole la boca sin pensarmelo dos veces pero...
Y de repente escuche un pequeño grito, casi ahogado. Mire de donde provenía. Había sido Kentin el cual estaba mirando a Alexy, agarrándole los brazos.
-Aquí no...- Creí entender.-
-Venga, solo un poco, nadie nos ve...- Murmuró el otro.
No podía ver la cara del peliazul, estaba tan pegado el cuello de Kentin que...-.
-Alexy...-
Y a partir de allí ya no pude escuchar nada mas, pues sus bocas se unieron y empezaron a besarse de una forma que hubiera calentado el mismísimo papa de Roma. Como se las gastaban esos dos...No podía entender como el hijo de un militar tuviera tan poco orgullo como para hacer esto en público y de esa manera...
Pero la verdad es que le tenía envidia.
Una vez terminada la película fuimos a comer. Escogí yo, fuimos a un McDonals. La entrada del cine ya había sido muy cara, ahora tocaba algo barato.
-Oh mierda...- Murmuró Kentin.-
-¿Qué pasa?- Pregunto Sucrette mientras comía una de sus patatas.- Si pago mi menú no tendré suficiente dinero para volver...- Suspiró el castaño mientras miraba a la chica.
-Yo te dejaría pero estoy igual que tu..- Dijo apenada.- Si quieres podemos compartir algo.- Le propuso mientras le acercaba la bolsa de patatas fritas.-
-No será necesario, ya le dejo el dinero.- Saltó de repente Alexy quien le pregunto un par de euros.-
Ambos, se miraros y simplemente Kentin accedió.
-Gracias.-
-No hay de que.-
Otra vez. No lo entendía. ¿Y su orgullo de hombre? Creía que Kentin había cambiado, seguía siendo un pelmazo.
En en un momento dado nos encontramos en el baño.
-Os he visto.- Murmure aun apuntando en el orinal con Kentin a mi lado.-
Se tensó tanto que incluso dejo de mear. De verdad que seguía siendo el mismo.
-¿A que te refieres?- Dijo en un hilo de voz, terminando rápido de mear.
-A tu y Alexy en el cine.- La verdad es que no era muy dificil no veros....- Seguí..-
-Escucha yo...-
-No necesito tus explicaciones. Mete tu polla donde quieras y a quien quieras pero...¡ten mas orgullo!
-¿Eh? ¿Orgullo?- Parecía no entenderme.
-¿Dejar que tu pareja te pague la comida? ¿Meteros mano en el cine?
-¿Y que tiene de malo?- Me miraba con una pequeña mueca.-Y bueno.. no es que seamos pareja pero...-
-Ya te dije que eso mi no me importa solo que...joder es que encima es un tío!
-No puede ser...¿Estas saliendo con Nathaniel y piensas así? Nathaniel es un tío, lo sabes?
-Claro que lo se pero yo...
Me estaba dejando llevar por mis emociones y ahora estaba en un callejon sin salida. Le había contado mi más profunda preocupación a quien una vez me había burlado de una forma muy desagradable. Ahora era un blanco jodidamente fácil. Ya se había burlado de Amber una vez y ahora podía hacerlo conmigo.
Nos quedamos cara a cara aunque no lo miré a los ojos hasta cierto tiempo, viendo que él me estaba mirando directamente.
-¡Me estas poniendo nervioso! Si quieres burlarte de mi, hazlo!
Suspiró.
-La verdad, no me dan ganas de burlarme. Mas que nada, me da pena Nathaniel...Sé que te quiere mucho y tu solo le das largas. ¿A caso no lo quieres?-
-¿¡Tu que crees!?-
-Pues no se que creer. Estas despreciando a tu pareja diciendo lo que dices...
Me quede callado sintiendo como la rabia y la verguenza subían por mi rostro hasta ponérmelo rojo, cosa de la cual se dio cuenta el castaño y lo hizo recular un poco. Tenía razón. Era como su lo estuviera despreciandolo únicamente por ser hombre. No tenia la culpa de que aun no hubiese aceptado que esta vez estaba saliendo con un hombre y que debía dejar de lado todas las cosas homófobas que había dicho en el pasado y todo ese orgullo que en verdad no servia para nada.
Di un golpe en los azulejos de aquel baño.
-¿Crees que no lo se!?- Maldita sea Kentin...
-¿Y crees que dar estos golpes te hace mas hombre? Eres patetico Castiel. Creía que habías cambiado un poco pero esa chulería tuya va a hacer que Nathaniel te deje o que tal vez nos deje a todos. Si de verdad le quieres, piénsalo. Yo, al principio me sentía igual que tu. Nunca me había planteado salir con un chico pero desde que Alexy se me declaro lo estuve pensando y me di cuenta de que valía la pena intentarlo. Aun no he aceptado del todo sus sentimientos pero lo haré, lo haré cuando sepa la manera de decírselo a mi padre...-Suspiro.- Tu no tienes ningún problema, tus padres ya lo saben y todo el mundo te acepta tal y como eres a pesar de ser un cabrón de lo más plasta. ¡El único problema que siempre has tenido eres tu mismo!-Gritó.
Se había alterado pero parecía haberse sacado de encima algo muy gordo. Yo quede en shock porque en el fondo sabía que tenia razón. No le dije nada mas, salí del baño y volví con los otros, los cuales ya estaban terminando de comer.
-Despues de aquello me di cuenta de que si que había cambiado y que tal vez era mas hombre que yo...-
Recogimos y paseamos un rato mas hasta que empezó a hacer algo de frío a la vez que la luz del sol menguo hasta quedar el paisaje con un aire anaranjado.
-Chicos creo que yo ya me iré para casa.- Comento Sucrette la cual parecía empezar a tener frío.
-Si, yo tambien, tengo que terminar unas canciones...Permiteme acompañarte de vuelta- Siguió Lysandro.
-Claro, gracias.-
-Bueno, pues si es así, yo tambien me iré. -Siguió Armin mientras se llevaba las manos detras de su cabeza, como siempre solía hacer. -¿Vienes conmigo o....?- Pregunto a su hermano.
-Alexy me ha dicho que me acompañara un rato mas por aquí...-
-¿Eh? Ah si es verdad, que quiere que le ayude a comrparse unas camisetas.- Contesto con una sonrisa, bastante animado.
-Vale, como queráis, bueno pues me voy.- Siguió Armin despidiendose con la mano.
-¿Y vosotros dos?- Pregunto Sucrette.-
-Supongo que ya nos iremos para casa tambien.- Dije, seguía algo desanimado.
Nathaniel simplemente asintió y sin mas cada uno fue por su lado.
***
-Tal vez debería irme a mi casa hoy...- Murmuro Nathaniel.
-¿Y eso?- Pregunté mirándolo, sin dejar ambos de caminar.-
-No soporto estar en esta tensión...- Susurro, casi inaudible.
-Como quieras..-dije sin pensar, arepintiendome en el mismo instante. La verdad es que no quería que se fuera hoy ni nunca de estar en mi casa.
Entonces seguimos caminando hasta llegar al cruce donde nos teníamos que separar para ir a nuestras respectivas casas.
-Bueno... hasta otra..- Siguió murmurando, sin saber muy bien como despedirse de mi, mantenía la distancia. Aquello era muy doloroso, era como si por cada paso que daba, hacía recular dos al rubio y no quería eso. Cada vez lo volvía mas inseguro, mas temeroso y eso era lo contrario a lo que quería para él.
No podíamos seguir así.
Tome su mano y lo estire hacia mi, haciéndolo chocar contra mi cuerpo. No dude en abrazar su cintura y besar sus labios.
-Ven a mi casa...- Susurre dándole otro beso.
Nathaniel el cual me miraba con sorpresa y un leve sonrojo estuvo de esa forma por unos largos segundos, luego asintió y aun con ese mismo silencio nos fuimos para mi piso.
Una vez allí el ambiente se sentía extraño. Nathaniel se quedo parado al lado de la puerta y yo solo intentaba distraerme acariciando desesperadamente a Diablo, el cual, lo agradecía.
-¿Qué te pasa?- Terminó por preguntar.
-¿A mi? Nada... ¿Qué quieres que me pase...?-
-Dices que te da igual si me voy a mi casa o no y luego me pides que venga...no sueles ser indeciso...-
Deje el perro y lo mire.
-Incluso yo puedo serlo. Tengo mis indecisiones, mis preocupaciones y miedos. Me equivoco. Mas de lo que querría....- Me acerque a él y acaricie su mejilla.-
-Perdóname Nathaniel... he sido un capullo en muchos sentidos..-
-El rubio tomo mi mano y la beso antes de volver a ponérsela en la mejilla.-
-Todo el mundo sabemos que eres un capullo pero que lo reconozcas, es algo nuevo.Y te perdono, aunque por ciertas cosas no tienes que pedirme perdón. Cada uno va a su ritmo...- Desvió su mirada levemente.
-No, si que te quiero pedir perdón porque lo he estado dejando de lado a pesar de que si tengo ganas. Simplemente, simplemente estoy siendo un estúpido que se deja llevar por un pensamiento que no tiene sentido...-
Despues de decir todo aquello me sentí liviano y a la vez un poco excitado por el sentimiento de ser sincero y sin ningún tipo de tapujos.
Lo abrace muy íntimamente y besé el lóbulo de su oreja.
-Y no disfrutar plenamente de esos besos que me dejan sin fuerza en las piernas y me la ponen dura...- Pude sentir como un calor subía por mi vientre solo por imaginarme sus fogosos labios succionar y arrastrar a su gusto los míos. - Y tu olor llevarme a un maldito trance...-Hundí mi rostro en su cuello notando como lentamente iba accionando una palanca que tal vez no tuviera opción de remitir si seguía así.
-Castiel, si sigues así yo no sé si...- Podía sentir como su temperatura subía y su respiración se aceleraba.
-¿Sabes? No sabía que te podías poner así por unas simples palabras.. -Reí un poco divertido y le mire. Quería ver su cara. La cual fue un maldito chispazo el cual me calentó por completo.
-Jodido delegado...- Lamí sus labios y poco mas. Nathaniel me tomo del rostro y empezó a besarme. No pude evitar suspirar. Estar cachondo de verdad lo hacía aun mas bueno moviendo la lengua y la boca.
Fue empujándome, aprovechando mi debilidad para tirarme en la cama y él conmigo y mirarme como si no hubiera comido en años.
-Te gustará...- Susurro mientras me daba un último beso y lentamente iba subiéndome la camiseta para lamer y besar mi abdomen.
Yo no podía decir nada, simplemente morderme la lengua para no jadear como un gato en celo. Su mirada, me ponía aun mas caliente. Agarre con fuerte las sabanas y mire al techo estremeciéndome cuando pellizco uno de mis pezones.
-¡Joder..! -Gemí mientras ya no podía aguantar mas aquella aceleración en mi cuerpo. Tal vez si que habíamos esperando demasiado. Uno no puede vivir solo de pajas y menos si tiene a alguien le guste cerca.
El rubio siguió bajando hasta pararse en mi obligo, el cual relamió mirándome en deseo, como si quisiera advertirme de lo que iba a hacer.
Se paró delante de mi paquete, el cual estaba demasiado hinchado y lentamente, jugando, torturándome, deslizo sus dedos por él hasta llegar a mi cinturón, el cual quito y luego desabrocho hasta dejármelo por las piernas.
Le mire. Podía ver sus ganas. No paraba de morderse los labios y esa mirada... joder, correrme solo por eso si que me costaría mi hombría.
Despues de quitarme los pantalones se puso entre mis piernas y dejo caer su aliento allí, aun tapado con mi boxer.
-Ya vale, joder Nathaniel.- Me estaba volviendo loco y los nervios me estaban matando.
-¿Ya vale, qué? -Se relamió los labios y fue bajándome la ropa interior hasta hacerla desaparecer del todo. -Déjame hacerte sentir bien. No sabes desde hace cuanto que deseo esto...-
-¿Chupármela?-
No pude vitar sonreír un poco.
-¡No, idiota! Juntarme contigo...Aunque es verdad que tambien quiero hacer esto...-
Me sonrió levemente y sin mas se inclino para lamer mi glande, tomando mi sexo con su mano para tener mas control y empezar con especie de ruta la cual hacia con su lengua una y otra vez hasta que posó sus labios en la punta y la deslizo hacia dentro de su boca. Sentí su calor, su humedad.
No podía dejar de mirarlo. Era tan sexy. Su cara estaba tan roja pero no dejaba de ser dulce y a la vez mostrar una expresión excitada.
Antes de empezar a moverse me miro y yo solo pude desviar mis ojos. Me aprisiono más con su boca y empezó con un suave vaivén a la vez que acariciar mis muslos. Lentamente se fue dirigiendo hacia mis testículos, los cuales tambien me acaricio.
No quería verme en ningún espejo, casi no podía levantar mi rostro para mirarlo. Ahora sabia que el rubio no solo era bueno besando, sentía que me dejaría seco en cualquier momento. No quería gemir pero ya no podía mas, de verdad que ya no podía mas.
-¿Te gusta?- Pregunto en un jadeo.
Vi como de su comisura surgía saliva y mi preseminal. Sin dejar de estimularme con sus manos. Le miré, intentado comportarme. Nathaniel estaba temblando, Podía ver sus caderas teniendo espasmos cada dos por tres.
-¡No me preguntes eso..! ¿No es obvio, joder? Me tienes loco, a punto de correrme. De tener la mejor corrida de mi vida. ¡Joder! Pero dámela...-Moví mis caderas, desesperado, jadeante y a punto de exportar.-
-Nunca creí poder llegarte a ver así, Castiel...- Murmuro mientras se limpiaba la saliva que se derramaba por su boca y enseguida empezaba a bajarse los pantalones. -Yo, tampoco puedo mas- Exhalo roncamente dejándome a la vista su imponente ereccion.
-¿Qué vas a hacer?- Jadee, poniéndome un poco nervioso pero sin poder moverse, estaba tan mal que me daba igual con tal de poder venirme...
-Solo resiste un poco...- Murmuro mientras se llevaba dos dedos a su boca y los empezaba a ensalivar.
-Nathaniel...-
Por un momento creí que esos dedos iban a ir para mi pero al ver como empezaba a masturbarse y a meterlos él mismo.
-Mierda...eres...-
Iba a levantarme para ayudarlo pero me paro..-
-Quiero que me mires...-
¿Cómo me pedía aquello? Su rostro era jodidamente sexy mientras hacia aquello. Quería tocarlo, lamerlo por todas partes y sobretodo...hacerlo mío, hacerlo verdaderamente mio de una vez por todas.
Nathaniel no escondia sus jadeos. Movía sus caderas y sus manos desesperadamente, lentamente pero profundamente. Aquella escena tan sensual que me ponía cada vez peor.
-¿Te gusto?- Preguntó sin dejar de penetrarse y masturbarse.
-Maldita sea delegado... no empieces porque terminaras mas... muy mal..- Me masturbaba con ganas, sin dejar de miranrlo de arriba y abajo. Deseando cono nunca antes había deseado el cuerpo de alguien.
-Solo dime.. ¿te gusto?- Paro de tocarse y lentamente se fue acercando, subiendo lentamente a la cama para tumbarse encima de mi, rozando ambos sexos.
-Me gustaras mas si te quitas esta camiseta..- Murmure buscando su boca.
-Mm,..- Me dio su lengua mientras movía sus caderas y formaba un suave y desesperado roce. No dude en subírsela aunque el me paro.
-No, por favor..-
-Nathaniel, me gustas, me gustas mucho y me gusta cada parte de tu cuerpo incluso tus cicatrices...- Déjame sentirte... por completo..- Le subí de nuevo su camiseta y con los ojos húmedos el rubio alzo sus brazos, quedandose completamente desnudo. Yo tambien me quite mi camiseta y nos besamos una vez mas auque me separe.
-Te comería al boca durante todo el día pero ya no mas, me tienes desesperado..-
-Yo tambien lo estoy..no lo dudes..-
-Entonces co...-
Me quede callado al ver como el rubio se bajaba y de la nada sacaba un condón, supongo que lo debió coger antes de mi mesita de noche.
-Estas tan duro..- Jadeo, mientras me lo ponía, lamiendo lo por encima, como si fuera delicioso.
-No juegues mas. No sabia que fueras ta cruel..-
-No te quejes, aquí el que lo esta pasando peor soy yo. Te lo puedo asegurar. Ademas, quiero disfrutare... hasta el final...-
-Ahora solo dame unos segundos...-
Me preguntaba como lo quería hacer. Iba a levantarme pero a ver que volvía a subirse encima de mi y tomaba mi sexo para llevarlo a su recto me quede callado.
-Joder... me sorprendes a cada paso, delegado.- Le intente sonreír pero mi rostro se nublo al instante que empezó a penetrarse. Mi boca se fue entreviendo. Era muy estrecho, demasiado, me estaba asfixiando de una forma que creí que era imposible de sentir.
-Ah..joder...- Mire a Nathaniel. Parecía dolerle y bastante.
-¿Es que solo sabes sotar tacos?..Ng... - Me miro con los ojos entrecerrados, empezando a sudar a mares.-
-Es tu culpa...- Murmure, casi no me salia la voz, me apastaba. -Relájate...sino...-
Era verdad que estaba demasiado apretado y no había manera de moverse pero su manera de ser y la forma de mirarme tampoco me ayudaban mucho a no estar tan jodidamente duro.
De repente el rubio empezó a masturbarse y a tocarse las tetillas, intentando buscar una manera de relajar su cuerpo.
-¿Sabes..? Muchas noches hacia esto pensando en ti y me imaginaba que mis manos eran las tuyas, Castiel.¡ joder quiero que entres en mi..! -Se empujo casi a la fuerza y termino de entrar. Su expresión, esa expresión mezclada en placer y dolor... Gemí su nombre y mis caderas saltaron.
¡Castiel... ahg.. quieto..- Jadeaba totalmente rojo. Me sorprendí a ver que estaba llorando. -Perdóname, solo unos segundo. Deja que me acostumbre...-Sonría entre lagrimas, mirándome a los ojos. -Créeme que quiero empezar pero, duele.-
Nuestras respiraciones totalmente agitadas eran lo único que se escuchaba en aquella habitación. nuestros ojos no se habían perdido de vista en ninguno momento. Me sonreía aun soltando alguna lagrima, mezclada con aquel sudor que no paraba de bajar por su frente y yo le sonreía a él. Por fin nos habíamos conectado.
-Te quiero..- Dije si previo aviso.
-...Suficiente...- Murmuro a la vez que empezaba a mover con algo de dolor sus caderas, cada vez mas rápidas -No te quiero Castiel, yo te amo...- Jadeo mientras cada vez se movía más rápido.
Subía y bajaba, dejándose caer de golpe alguna que otra vez. Cuando hacia eso gemía con fuerza y no precisamente de dolor. Parecía ser que le gustaban las embestidas fuertes, y a mi hacerselas...Era jodidamente buena esa sensación. Pero en esa posición poco podía hacer para conseguir repetirla mas veces y Nathaniel se veía muy cansado, era el único que se estaba moviendo.
-Nathaniel...-
Llame su atencion y cuando la tuve gire me alce y de un giro hice que se saliera de mi y me pusiera poner delante de él. Alce sus piernas y le abrí para mi.
-Me toca a mi darte placer...-
Lamí mis labios y lo penetre hasta el fondo haciéndolo gemir como nunca.
-¡Castiel!-
Y así una y otra vez hasta que por fin pude sentirlo y Nathaniel, su vientre estaba complemente empapado de preseminal.
-¡Me voy a correr..!- Grito entre lágrimas mientras alzaba sus brazos para que lo abrazara.
-Yo tambien.- Rugí mientras lo abrazaba y movía con desespero mis caderas y escuchaba la desgarradora y sensual voz que salia de su cuello.
Terminamos prácticamente a la vez, totalmente abrazados y agotados.
Nos deje caer en la cama. Ahora podía escuchar el perro ladrar y arañar la puerta desesperdamente pero no me importo en lo mas mínimo. Sonreí una vez mas al rubio que se mantenía con los ojos cerrados. Estaba tan sudado y rojo. Trazo mis dedos por su frente y le retire el pegajoso flequillo hacia atrás.
-Ha sido una pasada...- Murmuré. Mis palabras hicieron sonreír al rubio.
-Lo mismo puedo decir...- Lentamente se fue acercando a mi y me beso tiernamente.
-Te amo delegado...- Besé su nariz, sin poder dejar de sonreirle.
-Y yo a ti, chuleta de turno...-
-Eh no te pases...- Murmure haciéndole reír un poco. Pues le hice unas pocas cosquillas.
Nos abrazamos, cayendo casi al instante en un profundo y merecido sueño.
Fin del primer extra.
¿Habrá mas?
-¿Chupármela?-
No pude vitar sonreír un poco.
-¡No, idiota! Juntarme contigo...Aunque es verdad que tambien quiero hacer esto...-
Me sonrió levemente y sin mas se inclino para lamer mi glande, tomando mi sexo con su mano para tener mas control y empezar con especie de ruta la cual hacia con su lengua una y otra vez hasta que posó sus labios en la punta y la deslizo hacia dentro de su boca. Sentí su calor, su humedad.
No podía dejar de mirarlo. Era tan sexy. Su cara estaba tan roja pero no dejaba de ser dulce y a la vez mostrar una expresión excitada.
Antes de empezar a moverse me miro y yo solo pude desviar mis ojos. Me aprisiono más con su boca y empezó con un suave vaivén a la vez que acariciar mis muslos. Lentamente se fue dirigiendo hacia mis testículos, los cuales tambien me acaricio.
No quería verme en ningún espejo, casi no podía levantar mi rostro para mirarlo. Ahora sabia que el rubio no solo era bueno besando, sentía que me dejaría seco en cualquier momento. No quería gemir pero ya no podía mas, de verdad que ya no podía mas.
-¿Te gusta?- Pregunto en un jadeo.
Vi como de su comisura surgía saliva y mi preseminal. Sin dejar de estimularme con sus manos. Le miré, intentado comportarme. Nathaniel estaba temblando, Podía ver sus caderas teniendo espasmos cada dos por tres.
-¡No me preguntes eso..! ¿No es obvio, joder? Me tienes loco, a punto de correrme. De tener la mejor corrida de mi vida. ¡Joder! Pero dámela...-Moví mis caderas, desesperado, jadeante y a punto de exportar.-
-Nunca creí poder llegarte a ver así, Castiel...- Murmuro mientras se limpiaba la saliva que se derramaba por su boca y enseguida empezaba a bajarse los pantalones. -Yo, tampoco puedo mas- Exhalo roncamente dejándome a la vista su imponente ereccion.
-¿Qué vas a hacer?- Jadee, poniéndome un poco nervioso pero sin poder moverse, estaba tan mal que me daba igual con tal de poder venirme...
-Solo resiste un poco...- Murmuro mientras se llevaba dos dedos a su boca y los empezaba a ensalivar.
-Nathaniel...-
Por un momento creí que esos dedos iban a ir para mi pero al ver como empezaba a masturbarse y a meterlos él mismo.
-Mierda...eres...-
Iba a levantarme para ayudarlo pero me paro..-
-Quiero que me mires...-
¿Cómo me pedía aquello? Su rostro era jodidamente sexy mientras hacia aquello. Quería tocarlo, lamerlo por todas partes y sobretodo...hacerlo mío, hacerlo verdaderamente mio de una vez por todas.
Nathaniel no escondia sus jadeos. Movía sus caderas y sus manos desesperadamente, lentamente pero profundamente. Aquella escena tan sensual que me ponía cada vez peor.
-¿Te gusto?- Preguntó sin dejar de penetrarse y masturbarse.
-Maldita sea delegado... no empieces porque terminaras mas... muy mal..- Me masturbaba con ganas, sin dejar de miranrlo de arriba y abajo. Deseando cono nunca antes había deseado el cuerpo de alguien.
-Solo dime.. ¿te gusto?- Paro de tocarse y lentamente se fue acercando, subiendo lentamente a la cama para tumbarse encima de mi, rozando ambos sexos.
-Me gustaras mas si te quitas esta camiseta..- Murmure buscando su boca.
-Mm,..- Me dio su lengua mientras movía sus caderas y formaba un suave y desesperado roce. No dude en subírsela aunque el me paro.
-No, por favor..-
-Nathaniel, me gustas, me gustas mucho y me gusta cada parte de tu cuerpo incluso tus cicatrices...- Déjame sentirte... por completo..- Le subí de nuevo su camiseta y con los ojos húmedos el rubio alzo sus brazos, quedandose completamente desnudo. Yo tambien me quite mi camiseta y nos besamos una vez mas auque me separe.
-Te comería al boca durante todo el día pero ya no mas, me tienes desesperado..-
-Yo tambien lo estoy..no lo dudes..-
-Entonces co...-
Me quede callado al ver como el rubio se bajaba y de la nada sacaba un condón, supongo que lo debió coger antes de mi mesita de noche.
-Estas tan duro..- Jadeo, mientras me lo ponía, lamiendo lo por encima, como si fuera delicioso.
-No juegues mas. No sabia que fueras ta cruel..-
-No te quejes, aquí el que lo esta pasando peor soy yo. Te lo puedo asegurar. Ademas, quiero disfrutare... hasta el final...-
-Ahora solo dame unos segundos...-
Me preguntaba como lo quería hacer. Iba a levantarme pero a ver que volvía a subirse encima de mi y tomaba mi sexo para llevarlo a su recto me quede callado.
-Joder... me sorprendes a cada paso, delegado.- Le intente sonreír pero mi rostro se nublo al instante que empezó a penetrarse. Mi boca se fue entreviendo. Era muy estrecho, demasiado, me estaba asfixiando de una forma que creí que era imposible de sentir.
-Ah..joder...- Mire a Nathaniel. Parecía dolerle y bastante.
-¿Es que solo sabes sotar tacos?..Ng... - Me miro con los ojos entrecerrados, empezando a sudar a mares.-
-Es tu culpa...- Murmure, casi no me salia la voz, me apastaba. -Relájate...sino...-
Era verdad que estaba demasiado apretado y no había manera de moverse pero su manera de ser y la forma de mirarme tampoco me ayudaban mucho a no estar tan jodidamente duro.
De repente el rubio empezó a masturbarse y a tocarse las tetillas, intentando buscar una manera de relajar su cuerpo.
-¿Sabes..? Muchas noches hacia esto pensando en ti y me imaginaba que mis manos eran las tuyas, Castiel.¡ joder quiero que entres en mi..! -Se empujo casi a la fuerza y termino de entrar. Su expresión, esa expresión mezclada en placer y dolor... Gemí su nombre y mis caderas saltaron.
¡Castiel... ahg.. quieto..- Jadeaba totalmente rojo. Me sorprendí a ver que estaba llorando. -Perdóname, solo unos segundo. Deja que me acostumbre...-Sonría entre lagrimas, mirándome a los ojos. -Créeme que quiero empezar pero, duele.-
Nuestras respiraciones totalmente agitadas eran lo único que se escuchaba en aquella habitación. nuestros ojos no se habían perdido de vista en ninguno momento. Me sonreía aun soltando alguna lagrima, mezclada con aquel sudor que no paraba de bajar por su frente y yo le sonreía a él. Por fin nos habíamos conectado.
-Te quiero..- Dije si previo aviso.
-...Suficiente...- Murmuro a la vez que empezaba a mover con algo de dolor sus caderas, cada vez mas rápidas -No te quiero Castiel, yo te amo...- Jadeo mientras cada vez se movía más rápido.
Subía y bajaba, dejándose caer de golpe alguna que otra vez. Cuando hacia eso gemía con fuerza y no precisamente de dolor. Parecía ser que le gustaban las embestidas fuertes, y a mi hacerselas...Era jodidamente buena esa sensación. Pero en esa posición poco podía hacer para conseguir repetirla mas veces y Nathaniel se veía muy cansado, era el único que se estaba moviendo.
-Nathaniel...-
Llame su atencion y cuando la tuve gire me alce y de un giro hice que se saliera de mi y me pusiera poner delante de él. Alce sus piernas y le abrí para mi.
-Me toca a mi darte placer...-
Lamí mis labios y lo penetre hasta el fondo haciéndolo gemir como nunca.
-¡Castiel!-
Y así una y otra vez hasta que por fin pude sentirlo y Nathaniel, su vientre estaba complemente empapado de preseminal.
-¡Me voy a correr..!- Grito entre lágrimas mientras alzaba sus brazos para que lo abrazara.
-Yo tambien.- Rugí mientras lo abrazaba y movía con desespero mis caderas y escuchaba la desgarradora y sensual voz que salia de su cuello.
Terminamos prácticamente a la vez, totalmente abrazados y agotados.
Nos deje caer en la cama. Ahora podía escuchar el perro ladrar y arañar la puerta desesperdamente pero no me importo en lo mas mínimo. Sonreí una vez mas al rubio que se mantenía con los ojos cerrados. Estaba tan sudado y rojo. Trazo mis dedos por su frente y le retire el pegajoso flequillo hacia atrás.
-Ha sido una pasada...- Murmuré. Mis palabras hicieron sonreír al rubio.
-Lo mismo puedo decir...- Lentamente se fue acercando a mi y me beso tiernamente.
-Te amo delegado...- Besé su nariz, sin poder dejar de sonreirle.
-Y yo a ti, chuleta de turno...-
-Eh no te pases...- Murmure haciéndole reír un poco. Pues le hice unas pocas cosquillas.
Nos abrazamos, cayendo casi al instante en un profundo y merecido sueño.
Fin del primer extra.
¿Habrá mas?