martes, 10 de mayo de 2011

Heladería Uchiha.

Los persoajes de este fan fic pertenecen a Masashi Kishimoto

Cualquier semejanza con cualquier otro fic o douj es coincidencia.


Anime: Naruto
Pareja: SasukexNaruto
Generos: Romance, comedia, algo de drama
Advertencia: Lemon
No recomendado para menores de 18 años.
Escrito en 15/08/09
Finalidazo: Si


Me he dado cuenta de que se puede hacer una obra de teatro con este fan fic. Esta escrito en presente. Y nose porque lo hice.




Ha llegado el verano y con él mi primer trabajo. Yo Uchiha Sasuke voy a perder toda mi reputación de chico duro por tener que ayudar a mis padres en su heladería, sí, la familia Uchiha en verano abre su tiendita especializada en helados y granizados.

Me encuentro sentado en la mesa de la cocina removiendo con la cuchara mi bol de cereales con leche fría que me ha acabado de preparar mi madre.

-No pongas esta cara tan larga. –Alegremente dice mi madre mientras seca los bols y cubiertos que han utilizado todos para desayunar.- Ya veras como es divertido.

-Sí, claro. –Ironizo.

Me pongo a comer mostrándole que no tengo ganas de hablar.


-¡Que calor! –No puedo evitar de quejarme en voz alta mientras me tumbo en mi cama, las sabanas están fresquitas por unos momentos.

Nunca me ha gustado el calor y hoy hace mucho, y pensar que tengo que estar toda la tarde yendo de un lado para otro sirviendo helados y cosas de esas, ya sudo.

-Sasuke. –Entra sin permiso Itachi.

-¿Que coño quieres?

-Ui, ui, ui, como andamos hoy…

El moreno de cabello largo se encuentra delante de mí con un paquete escondido detrás de su espalda.

-¿Qué llevas escondido?

Su cara pierde su serenidad habitual y empieza a formársele una perversa y loca sonrisa que va ensanchándose por segundos.

-Kukukuku, tengo algo para ti.

Me deja el paquete en la cama.

-Ábrelo, ábrelo. –Me manda impaciente.

Mientras abro el paquete mi hermano mayor se medio tapa la boca aguantándose la risa que se le escapa por las comisuras.

Ropa. Para ser exactos un uniforme, averiguo levantado el conjunto.

-¿Qué es esto? –Estoy flipando.

-¿No lo ves? Un uniforme de camarero y creo que de tu talla.

Como sonríe el condenado.

-No pienso ponérmelo.

-Pues te guste o no te lo pondrás, hoy mismo, y dice madre que no hay excusas ni nada que discutir así que adiós.

Se marcha riendo y dejándome con las palabras en la boca.

Tiro el uniforme en la cama y me lo miro, se trata de un conjunto de pantalones blancos cortos con una camiseta a juego con el logo de la heladería, “Heladería Uchiha” con unas grandes letras azules y detrás, el abanico con un dibujo de un helado dentro, y un delantal, de esos sin parte de arriba con encaje, sí, de color azul celeste que seguro que había bordado mi madre y delante mi nombre al igual bordado con hilo azul claro.

Lo acabo de descubrir, mi familia quiere acabar conmigo.



Los picantes rayos del sol abrasan mi piel, proclaman que ha llegado la tarde, y que el reloj que marca las cuatro también.

Todos chocan contra mi al estar en medio del pasillo intentando barrarles el paso, moviéndose de un lugar a otro para cogerlo todo: la dichosa ropa, el dinero, algún que otro utensilio para servir helados, y las pajitas, como no, eso no podía faltar.

-Familia, ya podemos irnos. –Grita mi padre con una gran ilusión en la voz, no entiendo cómo le puede gustar tanto servir helados.

Nuestra mansión no esta muy alejada del centro así que caminando cinco minutos ya estamos allí.


Antes de entrar me paro y me miro ese lugar, los otros ya están montándolo todo pero yo aun no me he mentalizado y no puedo apartar los ojos de ese dichoso cartel.

La heladería no es ni grande ni pequeña, pero por dentro es espaciosa con unas mesas para la gente que quiere estar en la sombra, en el medio un sofá y al lado el congelador donde tenemos los helados de palo o cornetos y las tarinas de helado de bola, estas se pueden ver a través de un cristal, la verdad es que tenemos muchos sabores distintos y gracias a eso nuestra heladería es la más popular y abarrotada de todas, en verano.
También tenemos mesas en la parte de fuera, muchas mesas.

-¡Sasuke! ¿Qué haces aquí plantado? Ven a ayudarnos. –El grito me saca del trance y corro hacia dentro para que me manden algo que hacer.


-Ya esta todo preparado. –Dice Itachi mientras coloca la ultima pancarta de helados al lado de la puerta, solo falta que Sasuke se ponga el uniforme. –Me mira de reojo.

-¡Es verdad! Ve a ponértelo y luego yo te ligo el delantal. –Manda mi madre.

-¿Por qué Itachi no tiene el mismo uniforme que yo?
Me acabo de fijar que el suyo no era tan cursi y blanco. Para empezar no llevaba puntillas ni su nombre escrito y el delantal era negro.

-Porque el es mayor y ya no sirve de…

-Shhhh. –Manda callar mi padre.

-Porque te toca y ya. –Acaba la conversación.

Nunca me ha gustado discutir con mi padre así que resignado del todo entro en el baño y me cambio.

-Parezco un niño pequeño con esta ropa.

-Aww. ¡Estás monísimo! –Dice mi madre mientras le brillan los ojos. Empiezo a entender porque querían que fuera vestido así.

-Como ya estamos todos listos os voy a mandar lo que haréis a partir de ahora hasta que cerremos. Mikoto, tú te encargaras de servir los helados y copas de dentro, Itachi, tu al igual que Sasuke tomareis las cuentas de los que estarán a fuera y seréis los camareros.

Asentimos. La pesadilla ha empezado.

Al cabo de poco llegan los primeros clientes, por suerte estos cogen su helado y se marchan calle a bajo pero la tranquilidad no dura mucho.

De repente una nube de polvo empieza a dibujarse en la lejanía y unos gritos histéricos me hacen pitar los oídos.

-¡Itachi-kuuuuun! –Una bandada de chicas y chicos gritan al unísono el nombre de mi hermano.

Lo rodean dejándome sin salida.

-Ya era hora de que abrierais. Te echábamos de menos. –Dice una.

-¿No crees que hace calor? ¿Por qué no te quitas la camiseta? –Esa esta loca.

-Awww. ¿Y quien es este? Si es Sasuke. –Mierda me acaban de descubrir.

-¿Bueno, vais tomar algo o qué? –Intento empezar a tomar la cuenta.

Se sientan tod@s y empezamos a tomar nota.

La tarde va pasando y a parte de morirme de calor y de haber tenido que esquivar alguna chica que se me quería tirar encima no pasó nada grave.

-¡Temme!

Esa voz. Me giro lentamente rogando que no fuera quien creía que era.

Sus ojos azules y su pelo rubio combinados con su piel tostada indicaban que ese era Naruto.

Me mira de arriba a bajo y se empieza a descojonar.

-¡Dios mío! –Continúa riéndose.

-Naruto, cállate de una vez a no ser que quieras que te eche. –Un rubor imperceptible se apodera de mis mejillas.

-Tranquilo… he venido a tomar algo…- Dice mientras se quita una lagrima de tanto reír.

Naruto venía con Kiba, Shikamaru y Chōji.

De todas las personas que quería que me vieran, Naruto era la última, realmente creo que he perdido todo lo que era en las risas de él.

Les tomo nota y luego al cabo de un rato, ya que Chōji ha pedido media carta, les traigo los pedidos: para Naruto, un polo de nata, Shikamaru, al final se decidió por una bola de helado de vainilla y chocolate y Chōji pues por dos tarinas grandes con 6 bolas de helados distintos en cada una y un granizado de fresa.

-¿Esos son tus amigos no? –Me pregunta papa.

-Bueno… supongo.

-Si quieres tomate un descanso y ve con ellos.

-No, no iré.

-Como quieras pero tengo algo que decirte, hoy vas a cerrar tú.

-¿Qué?

-Hemos quedado tu madre y yo que es bueno que empieces a familiarizarte con este sitio así que hoy cierras tú.

Me da las llaves.

-Pero yo no se hacerlo.

-¿Desde cuándo un Uchiha no sabe hacer algo?

No contesto.

-Ya casi es hora de cerrar, nosotros nos vamos, espera que los que quedan se vayan y luego cierras, no es tan difícil.

-De acuerdo.

Me resigno, mi reputación esta hecha trizas pero mi orgullo todavía no, una de las mesas esta vacía así que me siento en ella y miro como pasa la gente de fuera.

Sin darme cuenta mi mirada pasa por la mesa donde se sientan ellos. Naruto casi no ha probado su helado, esta demasiado entretenido contando a saber que chorradas, no se da cuenta que se le esta derritiendo y se le esta empapando la mano de un liquido blanquecino, un calor aún más sofocante me sube de la espalda hacia mi cara, Shikamaru señala su helado y Naruto pega un grito y empieza a lamer el polo de abajo a arriba dejándome aun más sofocado.

¡Basta!

-Voy al baño. –Aviso en voz baja.

Allí me mojo la cara con agua fría y me miro al espejo, mi cara enrojecida me hace parecer un tonto y una sensación rara en mi entrepierna me advierte que empiezo a estar un poco salido.

Debo tranquilizarme, respira y no pienses en nada que tenga que ver con Naruto y su polo a medio deshacer… ¡mierda he vuelto a pensar! Es imposible no puedo, me encierro en el lavabo y con la mano me doy el gusto.

Ya sin el “problema” salgo del baño y vuelvo a servir en las mesas, los chicos aun no se han ido, ahora están charlando solamente pero Itachi se acerca a ellos y les trae otra ronda de helados, iguales que la primera vez.

Entonces me percato de que el sol ya empieza a ser bajo, pronto cerraríamos.

Casi ya no había gente en las mesas ya que todo el mudo sabe desde la inauguración del sitio que mi padre era y es muy estricto con el horario de apertura y el de cerrada. Quedan unas pocas chicas en una mesa, una pareja en otra y Naruto solo en la que quedaba, ¿y los otros? La expresión de Naruto ha cambiado completamente.

Disimulando, con la excusa de que me tengo que llevar los platos me acerco.

-¿Dónde se han ido todos?

-Tenían una reunión familiar o no se que cosa...

-Ahhmm, bueno si quieres puedes ayudarme a recoger y cerrar y luego te acompaño a casa.

No podía soportar la cara de tristeza de Naruto, me ablanda demasiado.

-¿Y cobraré algo? –Bromea más sonriente.

-¿Con otro helado te basta?

-Si, me encantan esos polos de nata, lástima que se deshagan tan fácilmente…

Un escalofrió me atraviesa la espalda.

-Pues coge los platos de esa mesa.

-De acuerdo temme.


Mis padres e Itachi ya hace tiempo que se han ido, terminamos rápido de recogerlo todo ya que tampoco lo teníamos que guardar muy bien puesto. Después rápidamente me quite la ropa.


-¿Ya estamos no? –Preguntó Naruto.

-Sí.

Entramos en la heladería y pongo el cartel de cerrado.

-Tienes suerte, aun quedan esos que te gustan a ti.

Cojo los dos últimos.

-Si quieres nos los podemos tomar aquí que se esta más fresco.

-De acuerdo, como quieras.

Nos sentamos en el sofá ya mencionado del fondo.

Otra vez el helado de Naruto se le derrite en sus manos, como podía ser tan lento en comérselo.

-No ves que se te derrite el helado, como puedes ser tan lento.

-Otra vez me he quedado pensando en mis cosas. ¿Me lo aguantas?

Me acerca su medio derretido polo para yo luego cogerlo y mirar como se chupa los dedos uno a uno muy minuciosamente. Ese sudor otra vez empieza a recorrerme la espalda y la nuca.

-Bueno ya esta, dámelo… vaya tu también te has manchado la mano.

-Ah… vaya, si que se derrite rápido el helado…

-Deja que te limpie.

Coge mi mano y se mete dos de mis dedos llenos de aquel dulce líquido en su húmeda y caliente boca y con la lengua va succionándolos y lamiéndolos hasta dejarlos sin nada.

-¿Por qué has hecho eso?

Mi cara arde.

-Esta es mi paga por ayudar y no pienso desperdiciar ni una sola gota de ella. –Soltó mientras se vuelve a poner todo el helado que le queda en la boca para después dejar el palo limpio.

Se queja.

-¿Esta frio?

Haciendo movimientos raros asiente.

Con la mente casi ida me acerco a él cogiéndolo de la barbilla para luego besarlo muy apasionadamente y dejar pasar mi lengua en su cavidad y así entibiar esa fría crema que aun le queda.

Me separo de sus labios. Su cara esta roja pero sus ojos azules están avergonzados y más cerrados dándole un aspecto realmente encantador y sexy.

-¡Eh! –Ese ha sonado muy sensual.- Te has llevado parte de mi paga, devuélvemela.

Entonces se me tira encima y quedamos uno encima del otro en el sofá de cuero sintético color turquesa.

Me besa pasando toda la lengua por dentro de mi boca.

-Ah… –Casi me quedo sin aire.- Creo que no te la he podido devolver toda.

Delicadamente me levanto y me dirijo hasta el frigorífico donde hay las tarinas grandes de helado.

¿Por qué será que las mejores ideas son las más sencillas e instantáneas?

-¿Te gusta la nata verdad? –Digo mientras saco el recipiente del helado. Naruto ya se ha levantado y ahora esta sentado. Su cara expresa vergüenza porque ya sabe lo que vendrá.

Me siento a su lado y lo miro.

-Quiero mi recompensa por ayudarte. –Dijo tímidamente mirando hacia otro lado.

Realmente se ve lindo diciendo esto. Al instante lo vuelvo a besar, esta vez en la mejilla, luego lo beso otra vez en los labios y con las manos le acaricio su moldeado abdomen y le voy quitando la camiseta naranja que lleva. El helado ya se ha empezado a ablandar un poco proporcionándome mejor manipulación para poder cogerlo y estamparlo por todo el torso del rubio.

-Ah, esta…muy frio. –Su cara es realmente adorable, la combinación de vergüenza y excitación es demasiado para mi mente pervertida. Hago que lama los dedos sucios de nata para luego lamérmelos yo.

No puedo evitar disfrutar de las vistas que el chico me ofrece, el color crema del helado destaca al estar encima de su piel tostada, el helado derretido por la calidez de su piel ahora es liquido que lamo y paso a Naruto con un ardiente beso.
Vuelvo a repetir la acción, esta vez pongo el postre en sus pezones que aun no están erectos del todo pero luego sentí un gemido a causa del frio, los lamo enérgicamente, sus botones son la mejor combinación con el sabor de la nata.

No puedo evitar volver a besar esos labios que en realidad piden contacto otra vez, siempre con un poco de helado en mi boca.

-Sas…uke… necesito que… –El rubito mueve sus caderas muy sensualmente, su erección es realmente preocupante ya que puedo notarla a trabes del pantalón que lleva, no dudo en quitárselos junto con su bóxer negro. En la tarina solo queda crema liquida que no tardo en vaciar toda en el vientre del kitsune, provocándole un gemido bastante notorio ya que el líquido baja hasta su hombría que queda toda empapada de ese dulzor.

-Prepárate. –Digo roncamente.

De una estocada me meto todo su miembro en la boca haciendo que vuelva a gritar de placer.

-Ahh, Sasuke…

Su voz es la mayor recompensa para mí.

Empiezo un vaivén lento que con el tiempo voy acelerando. Naruto no para de gemir, pronto llega al clímax derramando toda su semilla en mi boca, la cual no trago ya que subo y comparto con Naruto haciendo que los dos sabores se mezclen y hagan una combinación deliciosa que los dos nos bebemos y saboreamos gustosamente.

-Na…ruto creo que no puedo aguantar más… –Digo a unos milímetros de su boca aun unidos por unos hilos de saliva, que al instante vuelvo a besar, quiero hacerlo mío ahora mismo.

Me desnudo completamente y cojo el cuerpo extasiado de Naruto haciendo que nuestras erecciones se rocen, él rodea sus brazos por mi cuello y me besa. Con los dedos cojo parte del helado que ha caído al suelo para empezar a masajear su cavidad utilizándolo como lubricante.

-Me duele. –Medio susurra Naruto en mi oreja.

-Tranquilo, iré con cuidado.

Para los dos es la primera vez.

Muy lentamente voy haciendo círculos hasta poder entrar el primer dedo.

-Sasuke, ahh, Sasuke…

Después el segundo y al cabo de poco el tercero, su entrada es realmente estrecha, mis deseos de sentirlo son cada vez mas grandes, cuando creo que ya esta preparado muy lentamente empiezo a adentrar mi miembro en su cavidad.

De los preciosos ojos de Naurto salen unas lágrimas que yo calmo con unos besos, estos llenos de cariño, esperando a que se acostumbre a ese intruso.

Poco a poco voy notando como los quejidos de Naruto se van convirtiendo en gemidos ahogados.

-Creo que ya… –Dice jadeante.

-¿Se…guro? –De mi garganta casi no sale voz, como me imaginaba la cavidad es tan estrecha que ya estoy desbordado de placer.

-Si, muévete por favor.

Como en la felación empiezo muy lentamente aumentando el ritmo por cada estocada.

Ni yo ni Naruto nos reprimimos en gritar a pleno pulmón, esa sensación nos esta volviendo locos.

-Sas..uke yo creo que… –No acaba la frase que mi vientre ya esta empapado de su caliente semilla, al cabo de unos segundos no puedo evitar de venirme en su interior.

Nos quedamos exhaustos, el sueño casi me vence al sentir el calor de Naruto en mi piel pero algo me lo impide.

¿Esto que acaba de pasar, que ha sido?

-Ehh…dobe…

-¿Mnh? –El chico casi ya esta dormido.

-Ya sé que ahora estas cansado pero te tengo que hacer una pregunta.

Hace tiempo que deseaba que pasara esto pero solo si Naruto me correspondía y me quería pero al final me he dejado ir por el calentón…

-¿Para ti que ha sido esto?

No me contesta.

Me levanto.

-¿Realmente no ha significado nada?

-Pues…se te veía tan mono con el uniforme que…

¿Para el solo ha sido un polvo?

-Naurto…te quiero.

Si, definitivamente hoy he perdido todo mi orgullo.

-¿Lo dices en serio?

Otra vez empieza a derramar lágrimas.

-¡Sasuke! –Se abalanza sobre mí para luego besarme.

-Yo también te quiero, temme.

Me lo aparto.

-¿Pues por que coño has dicho eso? –Digo con una media sonrisa en la boca, me sentía enfadado pero a la vez desbordado de felicidad.

-Creí que para ti solo había sido un polvo y no quería quedar como un estúpido.

Mi sonrisa se ensanchó.

Lo dirigí a mi pecho.

-Yo nunca haría algo así con una persona, y menos contigo.

Le beso su cabello.

Mis perspectivas del verano han cambiado completamente, creo que este será un muy buen verano, aunque tenga que servir mesas pero sé que a mi lado estará Naruto, sirviendo mesas también, claro está.

Levanto la cabeza y en una esquina de la pared observo que una cámara de seguridad nos esta grabando y el costado de la cámara pone “Propiedad de Itachi.”

-¡Itachi!

Fin

Espero que os haya gustado. Próximo fan fic. Kumagoro's Loveletter.

1 comentario:

  1. hemorragia nasal

    me gusta como escribes lemon porque le das sentido, no es solo sexo vacio.

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